Scott
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Sentada en aquel antiguo sillón… mirando los gráficos económicos en la pantalla, con una sonrisa en los labios recordó una conversación.
ꟷNo te vas a dar por vencida, ¿Verdad? Le dijo su esposo dos años atrás, cuando vieron la situación tan difícil.
ꟷNo, mis razones son personales.
ꟷ¿Entonces, sabes que estaré a tu lado?
ꟷNi por un momento lo dude ꟷle contesto.
No podía creerlo…por fin llegaban vientos de cambio a la pequeña fábrica de pasteles artesanales Los Caracoles.
Tenía poca experiencia en el tema pastelero, pero con ayuda de sus fieles empleados y los deseos de adaptación a los nuevos cambios, fueron la inspiración necesaria para la creatividad y buscar nuevos mercados elaborando un nuevo catálogo de pastelería artesanal personalizada…todo un acierto.
Su abuelo fundó la fábrica, aunque nunca llegó a saber el motivo del curioso nombre. Era todo un personaje, un filántropo que amaba la fábrica y a sus empleados, algunos de los cuales todavía la recordaban de niña corriendo por la fábrica mirando embelesada como elaboraban y les comentaba que de mayor ella también haría pasteles.
Con los años la vida la llevó por otros caminos… estudios…vivir en distintos países...las visitas fueron esporádicas …formó una familia…
Al morir su abuelo (aquel triste episodio cambió para siempre su vida y su carrera) se hizo cargo de la empresa, siempre supo que era un romántico soñador poco dado a los números, por ello la fábrica estaba casi en la ruina y con el problema de tener que prescindir de algunos empleados si no hallaba la forma de adaptarse a los nuevos tiempos.
Estaba pletórica de alegría, en una hora reuniría a todos los empleados y comunicaría la doble buena noticia, la llegada del bebé y el éxito de ventas del nuevo catálogo. Atrás quedaron los días de sensación de derrota, de alguna que otra decepción.
Mientras volvía a mirar el grafico una vocecilla le decía…
ꟷ¿Suerte?
ꟷDe acuerdo se contestó a sí misma, un poco de suerte combinada con un esposo y unos empleados que depositaron toda su confianza mí. Con una clara sonrisa de satisfacción fue cerrando el portátil y se dispuso a ir a la sala de reuniones.
ꟷAbuelo… ¡Lo conseguimos! siseó, continuaremos con tu sueño.
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Hola Scott. Estoy más arriba y he ido leyendo con detenimiento los tres compañeros siguiente. Intentaré darte algunas ideas tras la lectura de tu relato. Tal vez lo primero son esas rayitas, unas veces más largas y otras más cortas, pero es que ver el diálogo con cuadritos, pues no se, si te gusta a lo mejor tendría que ver las frases más separadas porque se me enreda el diálogo del resto de la narración. La frase de los puntos suspensivos me chirría un poco, parece que no sabes bien que quieres contar. Un punto y seguido es genial en estos casos. Las ideas se acortan y el ritmo crece. Te planteo sustituir los cinco puntos suspensivos por cinco puntos seguidos. Hecho de menos también algo de descripción de los personajes, ese abuelo y nieta, saber como son, eso hace más real la escena. La historia es entrañable. Esa generación joven que hace uso de la tecnología para mantener un negocio familia. Bien por la nieta. Un abrazo
ResponderEliminarHola Emerencia. Muchas gracias por leer el texto y por tus apreciaciones.Espero ir mejorando.
EliminarSaludos y buenas fiestas.
Scott.
Hola Scott. Estoy de acuerdo con lo que te señala la compañera Emergencia sobre los puntos seguidos imagínate que repites la misma frase varias veces en el mismo párrafo ,es lo mismo esta mal. Otra cosa son los diálogos ,creo que tienes fallos al principio por no cerrarlos y al final ,por no señalar que son pensamientos del protagonista. En fin ya te corregirán otras más expertas que yo .Felices fiestas y prospero año. José María
ResponderEliminarScott, sin duda es una emprendedora, como les llaman ahora. Claro que ésta, lo que debía hacer era enderezar el rumbo de los resultados. salu2
ResponderEliminar¡Hola Scott!
ResponderEliminarTu historia me pareció una buena descripción de lucha y esperanza. me recordó el trabajo de mi padre para mantener en pié su empresa con sueños y pasión, aunque su rubro no era la pastelería.
Me permito observarte ciertos detalles de técnica de escritura, como por ejemplo el uso de guiones largos en los diálogos, y cortos en los incisos; es decir, cuando el narrador aclara quien habló o para hacer algún comentario sobre lo dicho por el personaje. Además, te sugiero revises los signos de puntuación para localizar mejor las comas y puntos, que le da mejor sonoridad al texto. Por ejemplo: el párrafo donde dice: "Al morir su abuelo.....), se hizo cargo de la empresa. Siempre supo...."; hay otros detalles, pero sería muy largo explicártelos en este comentario. Si revisas el texto, es pobable que lo que intento decirte, te salte a la vista. De todas formas, iras puliendo tu escritura en la medida que sigas escribiendo; también te ayudaría ingresar al sitio de "Literautas", donde hay entradas que hablan de técnicas de escritura.
En cuanto a la historia en si misma, supiste aprovechar bien el "poco espacio" que tenemos y la sintetizaste de una manera llana y fluida, dando bien a conocer los personajes que participan de la misma.
Te sugiero -como te dije antes-, que ingreses en la sección de este sitio donde hablan de técnicas, o en Literautas, que es el blog que precedió a este y del que venimos muchos que ahora participamos en este reto.
Te felicito, sigue adelante, y seguramente nos estaremos leyendo en lo sucesivo. Si te interesa, el mío es el relato 16.
Hola Maurice.
EliminarMuchísimas gracias por tus observaciones.Me alegro que te haya gustado la historia.
Saludos y felices fiestas!
Una historia de perceverancia.Debe de ser una PYME argentina seguramente.jeje.Felicidades!
ResponderEliminarHola Jorge Daniel Torres. Muchas gracias por leer el texto, he pasado por el tuyo. Muy bueno.
Eliminarsaludos y felices fiestas.
Scott.