Rebelión (R) - Vespasiano



Vespasiano

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Esta es la historia, transmitida oralmente durante siglos, de la especie Cryptomphabulus alonensesis...

Grimpolin era un caracol hermafrodita, como los demás, pero su órgano masculino sobrepasaba con mucho al del resto de su comunidad. Por eso era el preferido por todos sus semejantes a la hora de aparearse.

También era un excelente padre, pues no solo se preocupaba de la camada nacida de sus propios huevos, sino que se desvivía por los nacidos de otros óvulos, de congéneres suyos, que habían sido fecundados por él.

Y es que los miles de caracolillos venidos al mundo de sus cuantiosas inseminaciones, a diferencia de otros gasterópodos, eran poseedores de un cuerpo elegante y cabeza prominente donde unos pequeñísimos ojos brillantes le permitían caminar y copular a plena luz del día, además de tener el caparazón dorado más llamativo que uno pudiera imaginar; y lucir vistosos cuernos, que ya quisieran para sí los sufridos campesinos del condado de Neustrisia, portadores de ellos, gracias al derecho de pernada del despótico señor feudal Herluín II.

A los oídos de Hrolf, el repostero más famoso del territorio había llegado la noticia de que en Tarquinia, allá por el año cincuenta antes de Cristo, Fulvius Hirpinus había construido una granja para la cría y consumo de esas extrañas criaturas.

También sabía que la carne de esos invertebrados era un excelente afrodisiaco. Por eso pasaba muchas horas empeñado en elaborar un hojaldre repleto de moluscos de tierra, para agasajar al rey Arnyulfo; que lo dotaría de la energía suficiente para consumar su casamiento con una linda dama del país vecino, ya que a las mujeres de su Reino del Viento Rampante no podía vérseles la cara debido a que siempre tenían el pelo enmarañado cubriéndoles el rostro.

Aquella noche había llovido copiosamente; así que a la mañana siguiente Grimpolín sacó de la madriguera a sus rubios querubines para que disfrutaran del placer de retozar deslizándose por encima de las hojas caídas.

El ruido de las ramas de los árboles, al troncharse unas tras otras, próximo a donde se encontraban le alertó de la presencia de un extraño. Lo más deprisa que pudo, avisó a su camada para que se metieran debajo de las hojas. Pero el hombre llegó a tiempo de ver, asombrado, el brillo dorado de aquellos animalillos que no habían podido esconderse.

“¡Santo Dios! ¡Que criaturas más fantásticas! Con este género seguro que consigo encontrar el punto exacto para la fórmula de mi pastel real”.

Grimpolín se sintió impotente mientras el miserable rebuscaba entre las matas recogiendo a todos sus hijos. Desesperado por la pérdida de sus descendientes, se puso en marcha lo más rápidamente que pudo, contrayendo y alargando con ahínco su cuerpo elongante.

Llegó extenuado al claro del bosque con los ojos inundados de lágrimas solicitando, acongojado, ayuda al presidente del Senado. El venerable, al enterarse de la desgracia exclamó: —¡Malvado confitero! ¡Con lo tranquilo que vivíamos en este maravilloso bosque!

—¡Y maldito sea quién le ha hablado de nosotros! —Se quejaba amargamente el molusco más viejo del lugar—. Ahora querrá venir por aquí todos los días a robar nuestros bebés.

—¡Camaradas! —Arengaba Grimpolín—. Tenemos que llegar al pueblo de Evreulix para rescatar a mis pequeños.

—¡Debemos mandar emisarios a todos los rincones! —Animaba a los allí congregados, el ministro de Obras y Caminos.

—¡Sí! Pero con nuestra lentitud tardaremos muchos días en llegar. —Recordó el responsable del Sindicato Obrero.

De repente se levantó el huracán más potente que ojos humanos hubieran visto jamás. Al poco tiempo llegaron rodando, arrastrados por el fuerte temporal, cientos de miles de caparazones a la plaza del pueblo donde estaba ubicada la fábrica de dulces.

Dentro del obrador se encontraba, como siempre, el perverso Herluín II, ávido por manosear las prominentes nalgas y los generosos senos de las muchachas que en él trabajaban.

Los moluscos, salidos de sus conchas, segregaban a su paso, una materia viscosa a un ritmo vertiginoso, haciendo resbalarse y golpearse en la cabeza a todos los que allí se encontraban. Por los cuerpos caídos reptaban millares de ellos impregnándolos de la baba más contaminante, quedando al poco tiempo totalmente recubiertos.

Días más tarde los vecinos, horrorizados, pudieron verlos petrificados, y con extraños apéndices nacidos en sus cabezas.



Cuando el rey supo de la muerte de Herluín II y de su pastelero favorito, mandó quemar todos los bosques, aplicando la ley de tierra arrasada; envenenando sus fuentes y acuíferos hasta la extinción total de aquella única y extraordinaria raza de caracoles.

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26 comentarios:

  1. Hola Vespasiano, por tu proximidad vengo a dejarte mi comentario.

    Hay un desliz con una tilde en: ¡Que… !

    Me ha resultado un relato muy entretenido, divertido e imaginativo. Y aunque el final no deja de ser triste, provoca el inicio de una leyenda que ha perdurado siglos en el imaginario popular.

    Aunque la posible moraleja o enseñanza ejemplarizante no invita mucho a rebelarse, el hecho de que hayan perdurado sabrosos caracoles hasta nuestros días, aunque no sean afrodisíacos, se debe sin duda al sacrificio de esta mítica especie de caracol.

    Como apunte personal, quizás para un relato corto, abundan los personajes que con sus diferentes nombres me ha ralentizado un poco la lectura. Aunque también por otro lado, por su creatividad, le dan una nota de humor.

    Me ha gustado y me he reído con las peripecias de esta familia de gasterópodos de leyenda.

    Nos leemos.

    Saludos.

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  2. Apuntador Mudo:
    Soy Vespasiano
    Gracias por tu visita a mi relato y dejar tu amable comentario.
    Te deseo unas felices fiestas navideñas y un Año Nuevo generoso.

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  3. Salud Vespasiano!
    De veras que me has hecho reír con esta fábula de caracoles. Es verdad lo que dice el Apuntador en cuanto a la moraleja. Pero si bien uno desearía finales más edificantes, el tuyo es totalmente real. Ha sido un muy agradable regalo de Navidad.
    Buenas Fiestas y hasta el 2020!

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  4. Buenas, Vespasiano.

    Me ha gustado tu relato. Es fácil de leer y creo que lo has sabido llevar muy bien. Las palabras del reto está bien metidas, quedan naturales en el texto.

    Los nombres tan raros, y que haya tantos, me han sacado un poco de la lectura. Y la puntuación en los diálogos no es siempre correcta.

    "¡Con lo tranquilo que vivíamos en este maravilloso bosque!", diría que es tranquilos.

    Buen trabajo.

    Nos leemos.

    Un saludo.

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  5. Hola Vespasiano. Bella historia del gran Grimpolín con la mezcla irónica de cuernos humanos, y la venganza de los moluscos obsequiándoles con vistosos tentáculos.
    Triste final,el poder siempre es despiadado. Felicidades y buenas fiestas y próximo año. (el chaval 12)

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  6. Vespasiano, una historia porno con un final acorde al tirano que explotaba a sus habitantes. Y es que los cuernos, tienen un peligro... salu2. Felis Nabidá

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  7. Hola soy Vespasiano:
    Gracias Juana Medina; Irene Rodriguez; El Chaval; Amilcar Barça, por leer y dejar un comentario amable en mi relato.
    También agradecer las correcciones del Apuntador Mudo y de Irene Rodríguez.
    Feliz Navidad y un buenísimo Año 2020 para todos.

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  8. Vespasiano Hola ,yo seré el mas raro de todos pero yo me he echo un lio con tantos personajes para un relato tan fantástico .Felices fiestas y prospero año. José María

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  9. Saludos, Vespasiano

    Me toca analizar tu trabajo tal como lo pide el taller, empezando por la redacción, el contenido y finalizando con una opinión personal. Me disculpo por el atraso, culparé el ajetreo de la época.

    Forma: El texto tiene algunos errores de dedo, que creo que con una lectura concienzuda pudieron evitarse. La palabra "arengaba" debe ir en minúsculas al ser un verbo discendi. Todos los inicios de diálogo comenzarán en su propia línea, por lo que ese diálogo que se escribió corrido debe separarse:
    ...exclamó: —¡Malvado confitero!
    por:
    ... exclamó:
    —¡Malvado confitero!

    Contenido: El relato es contado tal como si de una fábula se tratara. Me parece muy buena idea, salirse de lo tradicional. Pero recuerda que en las fábulas los personajes son anónimos, carecen de nombres propios, la tortuga y el conejo, son exactamente eso. Muy contrario al cuento que sí permite en cierta medida los nombres propios. Creo que siendo un espacio tan pequeño, la abundancia de nombres, no solo propios sino de cargos, lugares, puede resultar abrumador. Nombres más simples podrían haber funcionado; aunque lo gracioso del texto es precisamente esos nombres que debes leer varias veces para darte cuenta que en la siguiente línea ya no recuerdas como se llaman... me pasa a mí, pero es que tengo cabeza de pollo.

    Opinión Personal: el texto me ha gustado. Lo he leído con mucha atención. No sé si te preparaste con información sobre estas graciosas criaturas, pero según mi criterio creo que lo hiciste, o me has convencido de haberlo hecho. Honestamente lo leía con una sonrisa que me fue quitada al final del mismo, y entrecerré los ojos... no esperaba que fueran extingidos en un acto de venganza tan cruel...
    En mi país no se consume los caracoles, (solo la pasta que lleva ese nombre); por lo que me hizo recordar mi viaje a Italia; cuando la madre de la familia que me hospedaba bajó el plato delante de mí y no sé que expresión hice que ni siquiera tocó la mesa cuando ya lo estaba retirando de mi: ¡Non ti priocupare, mangia altro cosa! Y volvió a ponerme un bistec de caballo, que tampoco consumimos en mi país... Por lo que yo solo admiro a los caracoles por mi recuerdos de niñez, a los que encontraba en mi patio arrastrándose y dejando su línea de babosa y me gustaba tocarle las antenas que escondían, pero mi madre se encargaba de decirme que no fuera a dañarlos.
    Así que su final trágico me causó mucha tristeza... sobre todo porque pienso que si incendias un bosquecito no solo se mueren los caracoles.

    Un saludo grande, ¡Nos leemos!
    K. Marce

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  10. Buenos días KMarce, soy Vespasiano:
    Gracias por leer mi relato. Nunca es tarde para recibir unos comentarios llenos de sabiduría como los que me regalas este mes.
    Tomo nota de todas tus aportaciones con el fin de mejorar la historia.
    Efectivamente, cuando leí el reto de diciembre, pensé en crear una fábula; primero por ser estas fechas de Navidad un escenario propicio y después para darle protagonismo al caracol y no limitarme a introducir las palabras del reto dentro de una historia.
    Que se trata de un cuento fabulado ya lo dejé entrever en el comienzo del relato cuando deformo el verdadero nombre científico de una especie de caracoles: Cryptomphalus Aspersa, mezclándolo con el nombre de otra especie: Iberus Gualtieranus Alonensis; para dar a entender que se trata de otra especie, única y diferente de las demás. Tomé entonces el nombre de una de ellas y el “apellido” de la otra quedando así:
    CryptomPHABULUS AlonenSEsis.
    Lo que desconocía era que en las fábulas se omiten los nombres de los protagonistas. Pero yo necesitaba crear una trama y unos personajes para justificar el porqué de la desaparición de esa especie fantástica de caracoles, que además de antenas sensoriales (cuernos) ¡tenían ojos! ¿Sino como podría Grimpolin haber visto al pastelero? Y que a diferencia de las especies existentes, de hábitos nocturnos, podían caminar y aparearse a plena luz el día.
    El escenario lo he situado en tierras normandas de ahí los nombres, de origen vikingo, de esos personajes.
    A mí tampoco me ha hecho mucha gracia lo de la devastación de los bosques, pero tenía que exterminar a esos caracoles dorados como el oro, para no quedar como embustero.
    Muchas gracias nuevamente por tu ayuda siempre bienvenida y esperada.
    Te deseo una Feliz Navidad y un generoso Año Nuevo.

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  11. Hola Vespasiano. Ay me gustó leer esta historia. Me resulta muy nostálgica por un lado y por otro, trae el exterminio que no está muy lejos de la realidad. Nuestra compañera K.Marce ya se ha encargado con su amable comentario de aportarte bastante en cuanto a forma. Te cuento solo como curiosidad que los nombres científicos (aunque sean inventados)deben ir en minúscula o subrayados. Estos nombres son los nombres latinos que has aportado, género y especie. Después, la camada solo se le atribuye a los mamíferos, nacidos de un vientre. Así que la "hornada" de bebes caracol pues ni idea como se podrían llamar. Estas cosas se perdonan, seguro en el condado de Neustrisia. Vaya, se han dicho muchas cosas de los caracoles pero que ayuden además a la potencia sexual... no me extraña que estén criándose...y luego dicen que es porque dejan muy suave la piel, ja. El final de la historia me ha dejado con cara de pez ¿cómo muere el pastelero y ese ¿? II? Se me ha acelerado mucho el final. Yo creo que lo mismo has tenido que recortar por que el relato inicial era más largo. Para terminar te cuento que yo he sido de las que he comido caracoles de pequeña, los he cogido y criado, y mis padres los vendían. Eran otros tiempos. Más campo, más lluvia, más vida animal. Ahora están desapareciendo de hecho la especie que recoges, la primera (que luego unes a otra) nosotros le llamábamos "serranos" eran blancos con la "carne" rosa, esa ya ha desaparecido. Gracias, qué recuerdos compañero con esta historia. Un abrazo y feliz año nuevo.

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  12. Casi me pierdo este extraordinario cuento, Vespasiano, donde la bien estudiada documentación está a disposición del bien de la historia. Y la historia es fantástica, en todos los sentidos. Datos históricos acertados, (no porque yo los supiera, ni mucho menos) , y encontré al bueno de Plinio contando que, efectivamente, Fulvius Hirpinues, fue el primero del que se tuvo noticias que “cultivaba” caracoles. Por un momento pensé que querías decir “cuerpo elegante”, pero viendo el cuidado que tienes con las palabras, miré el diccionario, y estaba la palabreja ELONGAR (alargar, estirar…)
    Sin embargo, si escribir solo se tratara de aportar datos verídicos, ¡apañados estaríamos), para eso están las enciclopedias. Tu cuento tiene imaginación, aventura, toques de humor, conflictos y hasta una resolución final drástica. ¿Qué más se puede pedir?

    Felices Fiestas Vespasiano, espero que tu menú navideño no tenga caracoles para no contribuir a su extinción.

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  13. Gracias Emerencia, Gracias Tara, soy Vespasiano.
    Gratificante sin duda vuestros comentarios, así como los del resto de los compañeros.
    Sinceramente esta historia me la he "currado" y esperaba que fuera del agrado de los compañeros, por eso me siento, al leer vuestros comentarios, sin falsa modestia, visiblemente satisfecho.
    Feliz Navidad para vosotras, además de desearos un extraordinario Año Nuevo.

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  14. Te lo pongo por aquí Vespasiano, el compañero que buscas Josetuba67 es José María, relato nº 9

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  15. Hola Vespasiano!
    Siempre es un gusto leerte, me gusta que siempre experimentes y nos regales cosas distintas para leer.
    En este texto se nota que sabes de lo que escribiste. Es entretenido y llamativo. Admito que los nombres largos y complicados me los saltee.

    Por otro lado veo que tenes dificultades con tu cuenta para comentar. Lo pudiste resolver? Queres enviarnos un mail y vemos si te podemos ayudar? Nosotras siempre recomendamos usar este blog en Chrome, pero si no es ese tu inconveniente nos encantaría poder ayudarte.

    Este mes no pude participar, asi que no me busques. Felices fiestas y nos leemos!!

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    1. Hola Carla, soy Vespasiano, gracias por pasarte por mi relato y dejar tu amable comentario.
      Tara o Isabel, "tanto monta, monta tanto" ya me ha dado la pista para llegar a "josetuba67".

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  16. Vespasiano, ¡qué maravillosa fantasía! Aunque no te pudiste desligar del reto adicional de la pastelería, sí te zafaste de otros lugares comunes y nos regalaste un relato lleno de magia y sensualidad, además de satírico.
    No estoy de acuerdo con la sugerencia de poner nombres más simples; tus nombres le agregan encanto al relato.

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    1. Hola Carlos, soy Vespasiano. Gracias por pasarte por mi relato y dejar tu generoso comentario.
      Me alegro de que te hayan gustado los nombres de los personajes y de que la historia te haya parecido una fantasía maravillosa.
      Te deseo felices fiestas y feliz Año Nuevo.

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  17. Discúlpame Vespesiano pero prefiero comentarte con la atención que merece tu estupendo relato, aunque también he observado algunos errores que lo desmerecen, pero ya cuando tenga más tiempo libre te contestaré.
    Saludos y ¡Felices Fiestas!

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    1. Gracias Estrella, por encontrar estupendo mi relato.
      Feliz Año Nuevo.

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  18. Bueno, compañero, parece que al final he conseguido poder tener un rato de teanquilidad para poder expresarte lo que antes te comenté.

    Hola Vespasiano, encantada de saludarte.
    Paso directamente a comentarte mis observaciones:
    1.- Te falta acentuar que, ya que tiene valor de pronombre exclamativo.
    2.- El hecho de escribir párrafos cortos suele ponderarse en los profesionales dedicados a la corrección de textos, pero como ya le he explicado en mi relato a nuestra compañera K.Merce's Corner, no siempre debe tomarse como una regla general, pues el límite entre la claridad y la ambigüedad o la obscuridad varía de oración a oración.
    Cada párrafo lleva su propio ritmo y llegar a un buen resultado depende de la experiencia y creatividad del escritor para lograr que las ideas que intenta trasmitir sean coherentes. Por consiguiente, el hecho de haber creado dos párrafos que están hablando de la misma idea, es decir describiendo al personaje, no encuentro coherente separarlos. Me refiero a: "Grimpolin era un caracol hermafrodita, como los demás, pero su órgano masculino sobrepasaba con mucho al del resto de su comunidad. Por eso era el preferido por todos sus semejantes a la hora de aparearse.

    También era un excelente padre, pues no solo se preocupaba de la camada nacida de sus propios huevos, sino que se desvivía por los nacidos de otros óvulos, de congéneres suyos, que habían sido fecundados por él."

    Sencillamente quedaría más clara la idea en un párrafo separado por un punto y seguido, no punto y aparte.
    3.- El numeroso grupo de personajes y sus excéntricos nombres en un relato no demasiado extenso, con el consiguiente esfuerzo del lector por memorizarlos, le obliga también a dispersarle la atención en la idea general y naturalmente le relentiza la lectura.
    4.- Coincido con K.Marce´s Corner cuando te comenta que todos los inicios de diálogo comenzarán en su propia línea y debes separar el texto que antecede y luego en otro renglón aparte continuar dicha frase dialogada.
    5.-En cuanto a su contenido, al tratarse de una fábula, los personajes no tienen nombres propios, sino comunes o genéricos.

    Te felicito por crear una original y divertida fábula, que aunque te haya mencionado ciertos fallos, eso no significa que el relato carezca de valor, al contrario me ha resultado francamente interesante.

    Saludos nuevamente.

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  19. Hola Estrella Amaranto, soy Vespasiano. Gracias por leerme y dejar en mi relato, tus observaciones llenas de conocimientos.
    Sin duda los tendré en cuenta para mejorar mi historia.
    Te deseo unas felices fiestas y un espléndido Año Nuevo.

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    1. Encantada de leerte y disfrutar de tu estupenda creatividad.
      Me alegro que te hayan resultado útiles mis observaciones.
      ¡Felices Fiestas y que en 2020 se hagan realidad tus metas!
      Por aquí nos seguiremos leyendo.

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  20. Hola Vespasiano, tu Grimpolin era un caracol extraordinario, hermafrodita y además se apareaba con otros. Pero siempre están aquellos ambiciosos que pueden terminar con las cosas más bellas, tal como lo hace el pastelero Hrolf y más aun ese rey Arnyulfo que cruelmente acaba no solo con los hermosos caracoles dorados sino también con todo el lugar.
    Me ha gustado leer tu historia, muy bien llevada.
    Feliz Fin de Año y muy buen 2020!

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    1. Gracias Ofelia por tus comentarios y porque te haya gustado la historia. Soy Vespasiano.
      Te deseo un Año Nuevo lleno de cosas buenas.

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