La autopista (R) - GIULIO



GIULIO


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El viento irrumpió con violencia contra la ventana y la abrió de par en par: una tormenta llegaba de golpe. Se apresuró a cerrar los postigos, pero algunas piezas de chocolate con formas de animalitos ya habían volado al piso, otras se desparramaron en la propia mesa de trabajo artesanal. Miró con angustia a los pequeños gatitos, perritos, caracoles, tortugas finamente elaborados en chocolate marrón o blanco, cuyo destino debía ser adornar la cumbre de las tortas que hicieron famosa su pastelería. Pero ya no sabía si eso iba a ocurrir, ese era un día muy triste; aunque casi todos los vecinos estaban felices, él no. La carretera que cruzaba el pueblo iba a tener competencia: la inauguración de la nueva autopista haría que la mayoría, o casi todos, los vehículos circularan por esta, y si bien devolverían la paz que con el tiempo se había ido perdiendo en el caserío, él sabía que por esa paz sus ventas caerían fuertemente; sus principales clientes eran los que se detenían en sus viajes de paso a no sé donde, pues su pastelería era la más prestigiosa de la comarca, y con méritos para ello, y por eso muchos aprovechaban para comprar una torta, unas masas, chocolates… pero, a partir de ahora, ¿quién iba a descender de la autopista tan solo para ir a comprar alguna de sus delicias? En el futuro debería contentarse con vender sus productos a sus pocos vecinos. Su comercio iba a estar a partir de ahora claramente sobredimensionado, las cuotas que cómodamente le venía abonando al banco por los créditos pedidos para su crecimiento pasarían a ser impagables. ¿Qué iba a hacer con todo el personal que habría de sobrarle?, tendría que despedirlo e indemnizarlo. Deberían reducir gastos (¿cómo convencer a su esposa?), tal vez vender parte de la propiedad, devolver el auto… Abrumado por sus pensamientos miró hacia afuera y advirtió que su esposa venía corriendo por la calle hacia él con una enorme sonrisa, llegó y lo abrazó con fuerza: “Joaquín, Joaquín, ¡buenas noticias! ¡vamos a tener un bebé!”.
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13 comentarios:

  1. Hola Giulio. Me encanta el giro final, la sonrisa que se nos pone a los lectores. Es triste, pero una realidad. Cuántos negocios que han quedado aislados por el avance de las autopistas. Solo los que han invertido y con mucho dinero han desviado la curva un poco más hacia sus puertas. Bien encajados esas tres palabras. Solo una aportación personal a ver que te parece.Para que gane ritmo la historia, trabajaría en los signos de puntuación. Las comas las sustituiría por puntos en las frases largas. En la primera frase con dos puntos, la cambiaría con un punto (par: Una) por (par.Una). Ah, hay un esta que va con tilde (circulaban por ésta). Un abrazo

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    1. Hola y gracias por tu comentario. En cuanto al acento diacrítico, hace ya unos cuantos años que la RAE recomienda no utilizarlo en la mayoría de los casos y, en todo caso, si puede llevar a confusión sugiere cambiar el texto. Saludos.

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    2. Qué bueno, lo de la tilde, no lo sabía, gracias

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  2. Hola Giulio. Dicen que no hay que por bien no venga. Habrá tranquilidad y como dicen que los niños viene con un pan bajo el brazo.... ¡¡A comer turrones!! Feliz Navidad

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  3. Hola, Giulio:

    A mí también se me ha escapado esa sonrisa del final a la que se refiere Emerencia. Resaltas un problema muy común el cual he de decir que yo, borrego de ciudad, nunca le presté demasiada atención. Me has ayudado a reflexionar sobre ello de forma consciente y te doy las gracias por eso.

    Gracias por compartir tu trabajo.

    Saludos,
    Mario(23)

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  4. Hola GIULIO. Me gustó mucho tu relato. Es una realidad que sucede cuando la tecnología y nuevas carreteras nos llegan. El giro final es excelente. y no hay que olvidar que dicen que los niños traen un premio bajo el brazo, así que quizá el nuevo bebe salvará el negocio. Estoy de acuerdo con lo que comenta Emerencia en relación a la puntuación, creo que valdría la pena revisarla, sin embargo, discrepo en lo de "ésta", pues tú estás en lo correcto, no debe llevar tilde, Solo se acentúa está. Enhorabuena, Felices Fiestas y un abrazo.

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  5. Hola GIULIO.Que mejor noticia para una pareja que la de ser padres, referente a lo de la tilde estoy con Jesús Félix es lo que dice la RAE.

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  6. Felices fiestas a todos y prospero año

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  7. Hola Giulio
    La triste historia de los pueblos que quedan al costado del camino. !y hay tantos!
    El final me ha hecho sonreír, como al resto. No deja de ser un problema más para Joaquín.
    Muy bien llevado el relato. Felicitaciones.
    Saludos

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  8. Buenas, Giulio.

    Un relato que muestra una realidad que a muchos les ha pasado. De hecho, estoy segura de que bien podría ser una historia real.
    Me ha gustado cómo has planteado todos los problemas y el final, ese jarro de agua fría que viene a unirse a todo lo demás. Sin embargo, lo que más me ha gustado ha sido que no hayas continuado, que se haya quedado ahí, que nos hayamos quedado sin saber cómo reacciona el protagonista ante esa pedazo de bomba que le lleva su mujer.

    Solo ha habido algo que me ha molestado un poco, si se puede decir así, y es que el texto esté escrito en un solo párrafo. Me agobia ver tantas palabras sin una separación, se me mueven las líneas, pero vamos, es una apreciación personal.

    Nos leemos. Felices fiestas.

    Un saludo.

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  9. Estás en lo cierto, un solo párrafo suele abrumar. Aunque a veces con espacios interrenglones más amplios eso se alivia. Gracias, saludos.

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  10. Hola Giulio, nos tocó de vecinos.
    Otro obrador artesanal que se va al garete, ¡qué pena!, en este caso doble angustia con la llegada del bebé, no todos llegan con un pan bajo el brazo.
    Un relato amargo, pese a los dulces.
    Felices fiestas, compañero.

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  11. Hola. Almilcar se me anticipó al comentario que pensaba hacer: los niños vienen con un pan debajo del brazo, que... no olvidemos, nos toca rellenar a nosotros.
    Cuando se viaja tranquilo y sin prisas, recomiendo utilizar carreteras secundarias, mucho mas agradables a la vista y con rincones mas interesantes que las impersonales áreas de servicio.

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