Hay cosas que no cambian - Ratopin Johnson



Ratopin Johnson


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***

Aquel día, en la plaza detrás de la mía en el garaje del edificio, normalmente vacía, había no solo un coche, sino también una motocicleta delante de él, que invadía mi zona. Me costó un poco, pero al fin estacioné.

—Pues tiene espacio por detrás…Deber ser nuevos. Tendrás que hablar con ellos –—dijo Eva, mi mujer masajeándose su barriga de embarazada.
—Sí —contesté.

Algo me dijo aquel apellido que leí en el buzón, pero no caí en ese momento. Me abrió la puerta un individuo grande, como de mi edad, con aire cansado, al que le expliqué la situación. Dijo que lo sentía, y que echaría un ojo, aunque no me pareció que tuviera mucho interés.

—Me ha costado aparcar, no querría dañarte la moto.
— ¿Eso ha sonado como una amenaza? —dijo abriendo los ojos.
—No —balbuceé—. Bueno, gracias. Soy del Primero B. Andrés. Andrés Pérez – dije extendiendo mano. No hizo ni amago de estrechar la mía. Se quedó pensando.
—Andrés Pérez. Ahora te reconozco, eres Pérez: Perejil —dijo.
— ¿Cómo?
—Soy Carlos Porta, del colegio, ¿eres tú, Perejil?

Tontodelculo Porta enfrente de mí, treinta y tantos años después. Asentí, y entonces me sacudió la mano con fuerza muy contento.

—Pues sí, vivo aquí con mi familia desde hace años.
—¿Tienes hijos?
—Sí, un chico de diez años, y vamos a tener un bebé. Será una niña, para el mes que viene.
—Jo, qué bien Perejil.

De pronto se puso serio.

—Yo tengo un par de chicos. Me he divorciado hace unos meses. Hace poco que me he mudado.
— Vaya, lo siento.
—En fin —dijo recuperando la compostura— ¡Si es que son unas guarras, Perejil!

Perejil era un caracol con rizos y gafas, amigo de la gallina Caponata en Barrio Sésamo, un programa infantil de televisión. Según Tontodelculo eramos iguales. Su afición era amedrentar a niños más pequeños. Conmigo la tomó durante un tiempo, me insultaba, me quitaba el bocadillo, me empujaba y me ponía la zancadilla por los pasillos. Llegó incluso a meterme la cabeza en el inodoro. Un auténtico matón. En aquellos tiempos el bullying no se sabía ni lo que era.

—Tenemos que quedar. ¿Cómo se llamaba ese amigo tuyo tan grande?
—Felipe —respondí.
—Eso, Felipe Barrios: el Gordinflas – dijo con sorna.

Tardé en contarlo en casa y los profesores solían decir: «tranquilo, las palabras se las lleva el viento». Las palabras quizá, pero el susto del cuerpo y los moratones, no. Quién acabó con todo esto fue Felipe. Llegó al colegió y decidió protegerme. Tuvo una pelea épica con Tontodelculo. Nadie se metía con él. Ni conmigo.

Felipe y yo perdimos contacto muchos años. Después, hacía un par, me localizó por internet, y nos íbamos viendo más o menos. Estaba divorciado también, con una niña, y bebía, bebía demasiado. No lo estaba pasando nada bien.

Tontodelculo no movió la moto. Insistí, y contestó con algo como «pero bueno, estás aparcando, ¿no?». Eva llamó a su puerta también, y le soltó perlas como «vaya barrigón» y «¿no tiene huevos tu marido de venir?». Me lo relató indignada, le salían chispas de los ojos. Cuando Felipe, al que ella conocía, había vuelto a entrar en mi vida, yo le había contado la historia del colegio. Así que, ante su sorpresa, concluí diciendo: «ese es el tipo que me acosaba».

Pasaron unas semanas, y nada cambió. Un día Felipe llamó. Fui a recogerle con el coche y lo llevé a casa para que cenara con nosotros. Se notaba que había bebido. Al salir del vehículo, se quedó mirando la moto de detrás.

—Joder, qué jeta tiene la gente.
—No hay manera de que la mueva. No adivinarías nunca quién es el propietario.

En ese momento retumbó una voz en el garaje.

— ¡Qué bueno. El Gordinflas. Estás igual! ¡Perejil y Gordinflas juntos!

Era Tontodelculo.

— ¿Tontodelculo? –— preguntó Felipe estupefacto—. Toma ya.
—Ves, has aparcado —dijo dirigiéndose a mí.
— ¿Es tuya la moto entonces? —dijo Felipe.
—Sí.
— ¿Harías el favor de moverla?
—Tampoco molesta tanto.
— ¿O la muevo yo?
—Atrévete Gordinflas.

Felipe se atrevió, claro. Arrojó la moto al suelo, delante de Tontodelculo.

—Gordo hijo de puta. Tú y yo teníamos una deuda pendiente – bramó rabioso y se lanzó sobre él.

Intenté decir algo o quizá no. Dos tíos cuarentones peleándose. Cuando rodaron por el suelo, me sentí transportado al patio del colegio, y los vi de niños, aquella lucha épica con la que Felipe consiguió que me dejara en paz para siempre. Y aquí estaba otra vez, mi amigo defendiéndome.

***

9 comentarios:

  1. Así es Ratopin, amigos son los amigos y siento mucho que Felipe beba tanto, pero eso no le ha herido en su sentido de la amistad.Es para abrazarlo.
    En cuanto a tontodelculo, no creo que haya sobrenombre mejor puesto. Hay gente que no tiene remedio.
    Un abrazo y los mejores deseos para 2020

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  2. Gracias Juana. Hay gente que no tiene remedio realmente, tenga la edad que tenga. Por cierto, que me leí ayer tus "Suspiros", pasaré a comentar en breve. Curioso que aparezca la palabra "perejil" en el tuyo, como en el mío, aunque no la hemos usado igual.
    Un abrazo y lo mejor para el 2020 también para tí.

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  3. Muy buenas Ratopin! ¡Qué relato tan divertido y tan de la vida real! Gente que se reencuentra al cabo de muchos años y que en lo esencial no han cambiado nada y ese acoso escolar que ha existido siempre, aunque ahora lo llamemos con otro nombre.
    Los motes que has utilizado para los personajes me han parecido muy divertidos. Encajan perfectamente con la forma de ser de cada uno de ellos.
    ¡Me he reído con tu historia!
    ¡Enhorabuena!

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  4. Hola Ratopin Johson
    Tu relato es el segundo de los tres que debo revisar y comentar.

    Te digo desde el vamos que me ha gustado mucho tu historia, el estilo ágil y veraz que has utilizado hace participar al lector y tomar partido por Andrés y también por su amigo Felipe.

    Qué bien puesto el apelativo de ese incorregible de Carlos Porta, tontodelculo, y lo sigue siendo.

    Además, creo que es muy actual la situación de los tres amigos, uno está felizmente casado, otro que solo menciona a su ex con un grueso insulto, y por último el divorciado que se consuela con la bebida.

    Te voy a sugerir unos pocos detalles

    “Pues tiene espacio por detrás…Deber ser nuevo”
    -Te ha faltado el espacio después de los puntos suspensivos, y corregir “Deber”.

    “Asentí, y entonces me sacudió la mano con fuerza muy contento.”
    -Me parece que faltaría una coma después de “con fuerza”.

    “Quién acabó con todo esto fue Felipe.“
    -La tilde de “Quién” está demás.

    Te han quedado algunos guiones cortos en lugar de los largos de diálogo.

    Como vez, son solo unas pocas naderías. El texto está muy bien llevado y resulta placentero leerlo.
    Seguramente te buscaré en la próxima convocatoria.
    Te deseo felices fiestas y muy buen año. Espero que tontodelculo no ande molestando por allí. (es broma!)

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  5. Hola Ratopín:
    Qué verdad el título. Hay cosas que nunca cambian. Como la imbecilidad de estos tipos (el Tontodelculo). Ya es mala suerte que vuelvan a coincidir, pero también pasan estas cosas. Conforme iba leyendo pensaba en este título: De cómo se te puede complicar la vida en un instante.
    Un incidente vecinal es de lo peor que te puede pasar porque lo tienes ahí todos los días. Si, además, te remueve lo sufrido en el cole, ni te cuento.
    Me ha gustado cómo lo has llevado. Al principio se presagiaba un dramón con el de la moto y la esposa embarazada, pero lo has encauzado por un aspecto más jocoso, lo cual agradezco porque acabo de leer el relato primero de Isabel y todavía no me he repuesto. Los motes muy propios de colegio.
    En lo formal te comento que esta frase: “Cuando Felipe, al que ella conocía, había vuelto a entrar en mi vida,…” no termino de verla bien encajada. La veo un tanto confusa.
    “Según Tontodelculo eramos iguales.” Éramos lleva tilde. Yo pondría una coma después de Tontolculo.
    “. Quién acabó con todo esto…” Quien no lleva tilde en este caso por no ser ni interrogativo y exclamativo.
    Bueno, me he divertido a pesar del conflicto. Está bien redactado y es muy dinámico.
    Hasta otra.

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  6. NO se por qué, cuando revisaba el texto iba leyendo y cambiando los guiones uno a uno. En vez de buscar y reemplazar todos, como hago normalmente. Así claro, me he dejado unos pocos. El "Deber ser nuevo" no lo vi, gracias. Tienes razón con el "Quién" que he puesto, Isan. En: "No adivinarías nunca quién es el propietario", tengo dudas ahora mismo.
    Gracias Lectora70, Ofelia e Isan por leerme y comentar

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  7. Ratopin, me he visto de espectador y casi actor endiñándole a Tontodelculo un par de hostias como dos soles. La verdad es que hijoputas como ese que te amargan la vida, existen por todos lados y en todas las edades. Espero que escarmiente y se largue con la música a otra parte. salu2 Feliz Navidad

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  8. Buenos días Ratopin Johnson,
    Me ha gustado el texto. Me ha resultado entretenido y dinámico gracias a los diálogos. Tienes una forma original de mezclar pasado y presente, salpicar el presente de algunos recuerdos gracias al narrador y contarnos la historia de una manera eficaz y que no se haga pesada.

    La lealtad de un amigo es importante y en este relato la reflejas hasta el final y las últimas consecuencias. Enhorabuena.

    Para que el texto quedara mejor, tendrías que revisarlo pues he encontrado algunos fallos ortotipográficos. Si los corriges, mucho mejor.

    ¡Saludos y Feliz Navidad!

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  9. Hola Ratopin, digo si me acuerdo de Espinete de barrio sésamo buen relato donde cuentas el presente y pasado de los personajes incluso me atrevería a decir el futuro. Felices fiestas y prospero año. José María

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