ESE GRANO DE ARENA EN EL DESIERTO - ELRECREO



ELRECREO

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El profesor continuó con su clase con la mirada clavada en el infinito. Era allí donde rebotaban sus palabras que se ahogaban con el viento. Todo pura metáfora, pues el aula se hallaba físicamente delimitada por paredes de gotelé amarillento y pizarras verdes con restos de tiza. La densidad en el ambiente fruto de la clase anterior era tal, que parecía que la asignatura, Teoría de la Argumentación, aun permanecía como un poso de aire viciado e irrespirable.
“…La felicidad: La felicidad puede ser definida como una función compuesta por una parte intrínseca, una variable explicativa independiente, que no debe confundirse con el estado de humor, ni con el estado de ánimo de manera puntual. La felicidad explicada por este, digamos, valor residual, es la que depende en exclusiva de uno mismo, de las circunstancias que le han rodeado a lo largo de su vida, así como de las decisiones que ha ido tomando, sin olvidar que, a su vez, estas son influenciadas por la genética, por aquello que vulgarmente se conoce como la forma de ser, entendiendo a tal efecto aquella felicidad que exclusivamente le corresponde al individuo en cuestión y a nadie más.”
En el aula no se oía el deslizar de los bolígrafos, ni el pasar las hojas, ni las teclas de los ordenadores portátiles. Pero él seguía allí, hablando para el infinito, donde todo se encuentra desordenado, formando un caos perfecto de arena, estrellas y probabilidades.
“Por otro lado, la felicidad se explica por la otra parte extrínseca y dependiente. Dependiente de la persona que más quieres. Así pues, “F” es igual a “I”, parte intrínseca e independiente” –escribía el profesor en su pizarra- “más F(a), donde “a” es la persona que más te importa, quizá las que más quieres y si la fortuna existe, la persona que también más te quiere. Por lo que, para ser una persona feliz, debe ocurrir de manera inexorable un hecho y es coadyuvar en la búsqueda y consecución de la felicidad de la persona “a”, quien a su vez será feliz dependiendo de su “forma de ser” y de la felicidad de su persona querida de referencia.
La primera conclusión es que si el amor es recíproco uno se tiene que querer así mismo por dos razones, para no provocar la desdicha en la otra persona, cuya felicidad también depende de la tuya, y además para no provocar la desdicha de uno mismo. Como veis un auténtico galimatías de reciprocidad y paradoja anidada y circular. Pero salgamos de este punto y avancemos.”
El profesor se detuvo. Miró a un lado y al otro. El camino había sido de ida y vuelta. Allí desde el barco a la deriva, que suponía el atril, se podía ver la playa desierta que formaban los pupitres.
“La felicidad de esa persona también depende de otras personas, como sus padres o sus hijos, cuya felicidad depende a su vez del bienestar de sus propias personas importantes de primer y segundo grado. Por lo que la función quedaría tal y como escribo a continuación F= I + F(a)+F(b)…+F(x) donde a su vez F(a)=I2 + F(a2)+F(b2)… Por lo que es posible que nuestra felicidad esté en parte, en manos de la sonrisa del panadero que atiende a diario a nuestros suegros.
¿Alguna pregunta hasta aquí?”
El aula desierta, o casi desierta, permanecía inmutable. Una estudiante había quedado rezagada como un naufrago, permanecía enredada en las redes… en las redes sociales. El profesor se acercó a su pupitre sin motivo aparente. No sabía qué la iba a decir. La clase había acabado, si es que alguna vez comenzó. En el cuaderno ella había escrito la fórmula de la espiral de un caracol. Había dibujado de una manera precisa el esqueleto de un ser humano y algo que, a ojos del profesor le parecería un bebé, dentro de una placenta. Ella escuchaba ensimismada una lista de spotify por un auricular. El profesor pudo leer una anotación en la parte final del cuaderno: “La felicidad del profesor depende de que en Burgos la climatología permita que la prima segunda de la hija del cuñado de Salamanca, que vive ahora cerca de la hermana de Madrid, apruebe las oposiciones en la Universidad de Granada, se independice y sea feliz de una vez”.
Así que se dio media vuelta, y se fue satisfecho. Desconocía si tenía familia en Salamanca pero en aras de la Felicidad debía averiguarlo. Al salir evitó dejar sus huellas en la arena de aquel extraño universo.
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11 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola El Recreo. Que gran imaginación para desarrollar toda la trama sobre lo que considera el profesor que es la felicidad.Vaya parrafadas (un poco largas) que da este profesor.La ironía de la alumna creo que es muy buena, al mofarse de las explicaciones del profesor. Así creo verlo.Felices fiestas y mejor año (El chaval, n. 12 )

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  3. Felices fiestas a todos y prospero año. El Recreo, una historia sub realista al menos a mi meló parece la felicidad depende de que se de primero unas circunstancias en el entorno de cada persona, para que sea feliz y a la respuesta que des en ese momento. Nos quedamos sin pasteles en este relato. Un saludo. José María

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  4. El recreo:
    Comencé a leerlo con interés, que de a poco fue reduciéndose y ya por la mitad, leía renglón por medio y luego me salteaba dos o tres. Me parecieron “metidas a la fuerza” las palabras de la consigna. El final, mejoró un poco.
    Felicidades para todos
    Amadeo


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    1. Hola el recreo. Que gran imaginación para desarrollar toda la trama sobre lo que considera el profesor lo que es la felicidad. Vaya parrafada que da, y la ironia de la alumna al mofarse del profesor sobre las explicaciones sobre la felicidad.
      Felices fiestas y mejor año venidero

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    2. He leído con interés tu relato llamándome la atención lo relativo a la felicidad aunque en el párrafo de las teclas me he perdido un poco ,texto dificil de leer de todos modos pero cada autor somos como somos de tods formas espero seguir leyendonos en el futuro.Saludos PROYMAN1.

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  5. Buenas, ELRECREO.

    Ufff, que texto más denso. Tengo que confesar que empecé a leerlo con interés, pero poco a poco fui perdiendome en la filosofía de la felicidad...

    Pones algunas comillas al final de los párrafos, pero no siempre acabas las frases con un punto, sino que lo pones antes de ellas, no estoy segura de si eso es correcto o no.

    Nos leemos.

    Felices fiestas.

    Un saludo.

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  6. Elrecreo: vaya filosofada que te has soltao, ni Aristóteles la hubiera mejorado ¿Acaso es suya? Si me he sonreído al leer la conclusión de la chica: "la felicidad del profesor depende....." salu2 Felis Nabidá

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  7. Gracias por todos vuestros comentarios. Supongo que debería hacerlo algo más ligerito en una versión "limitada". Abrazo a todos y Feliz Navidad igualmente.

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  8. Me ha gustado el planteamiento , ese intento del profesor por reducir lo que la felicidad es, a definiciones y ecuaciones matemáticas ,para acabar resumiendo que la felicidad pueda depender de como el panadero trata a tus suegros o de si la sobrina acaba de aprobar las oposiciones de un buena vez. También me ha gustado mucho la metafora del profesor clamando en el "desierto" que suelen ser las clases con pocos alumnos o con alumnos poco o nada interesados por la materia...

    Lo unico que echo de menos es algo más de intensidad, no sé , un conflicto , una tensión, algo que le ponga un poco de sal al relato...

    Muy felices fiestas!

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  9. El Recreo, muy imaginativo tu relato, inesperado y por fuera de lo que he leído de este reto hasta ahora. Me gusta cuando la creatividad se pone en juego y eso es loable. Buen esfuerzo. Tengo algunas anotaciones y me disculpas si parezco atrevido, al poner en tela de juicio algunos de tus pensamientos sobre la felicidad, desde el punto de vista lógico y matemático.
    El profesor continuó con su clase con la mirada clavada en el infinito. Era allí donde rebotaban sus palabras que se ahogaban con el viento. Todo pura metáfora, pues el aula se hallaba físicamente delimitada por paredes de gotelé amarillento y pizarras verdes con restos de tiza. La densidad en el ambiente fruto de la clase anterior era tal, que parecía que la asignatura, Teoría de la Argumentación, aun permanecía como un poso de aire viciado e irrespirable.´
    mirada clavada LUGAR COMÚN
    sus palabras que se ahogaban LUGAR COMÚN
    una variable explicativa independiente, que no debe confundirse con el estado de humor, ni con el estado de ánimo de manera puntual. La felicidad explicada por este, digamos, valor residual, es la que depende en exclusiva de uno mismo CONSIDERO ESTO UN POCO CONFUSO, PORQUE EL ESTADO DE HUMOR Y EL ESTADO DE ÁNIMO, NO SON VARIABLES INDEPENDIENTES DADO QUE SON PROPIAS DEL SUJETO A QUE TE REFIERES, SON DEPENDIENTES DE ÉL. MÁS BIEN ESAS CIRCUNSTANCIAS QUE LE RODEARON SI CON INDEPENDIENTES, EXTERNAS QUE INFLUYERON EN SU PERSONALIDAD.
    stas son influenciadas por la genética, por aquello que vulgarmente se conoce como la forma de ser GENÉTICA NO ES LA QUE DEFINE LA FORMA DE SER, PUEDE SER UNA PARTE, PERO ESE MEDIO QUE NOS RODEA, EL TRATO CON LA SOCIEDAD Y OTROS FACTORES VAN LIMANDO NUESTRO CARÁCTER Y FUNDAMENTÁNDOLO.
    depende a su vez del bienestar de sus propias personas importantes DE SUS PROPIAS PERSONAS, DISUENA, CREO QUE HAY QUE BUSCAR UNA MEJOR REDACCIÓN.
    Saludos y sigue trabajando con esa creatividad que tienes- Feliz 2020 y que venga abundante en relatos

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