El poder y sus monstruos - Carlos Jaime Noreña



Carlos Jaime Noreña


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Cuando el Presidente despertó, el Dinosaurio todavía estaba ahí.

Quince años llevaba Yaleth Colorado como jefe de seguridad del Señor Presidente y no lo abandonaba en ningún momento. Barrigón y culón, piernas gruesotas, pecho estrecho, cuello largo y cabeza diminuta, la mejor representación de un dinosaurio; muchos ciudadanos estaban pagando cárcel por atreverse a llamarlo así. Amaneció cuidando a su jefe, quien celebró el 13 de julio, aniversario de su toma del poder, con una de sus acostumbradas fiestas orgiásticas y se quedó profundo como un bebé sobre el primer sofá que encontró.

El presidente Tiberio Antequera estaba gobernando desde hacía quince años, “con sabiduría y justicia”, a un pueblo aguantador y nunca se cansaba de atender los homenajes de los sectores entreguistas de la sociedad, ni de ofrecer fiestas a aquellos que le podían garantizar su permanencia en el poder, a saber, banqueros, transportadores y militares. En el último parrandón, presentó en sociedad a las bellas hijas de dos agroindustriales que había salvado de la ruina, quienes no se podían negar a mandar a sus preciosas quinceañeras a esa fiesta, de donde se sabía que pasarían a la lista de favoritas.

Al pasar la resaca, el mandamás recibió al par de funcionarios que tenían dos semanas pidiéndole audiencia: director de la policía política y directora del Servicio Asistencial Nacional Tarcisio Antequera Santacoloma (SANTAS). Malas noticias; el malestar popular crecía; los beneficiarios de SANTAS, los pobres de las barriadas, estaban rechazando el contenido de los mercados gratuitos y salían a marchar, bloqueaban calles y carreteras y generaban serios disturbios; había muchos detenidos en las mazmorras, que estaban a reventar, pero seguían surgiendo agitadores de la nada. Tiberio ordenó más gases lacrimógenos, más detenciones, más sopa a los niños de las escuelas y mejores mercados. No valió que la funcionaria le advirtiera de la necesidad de dialogar con el pueblo. “Un día de estos salgo a conversar”.

Cansado, se echó en su mecedora a pasar la tarde oyendo su música predilecta: una concha de caracol le traía al oído las olas del lejano mar; entre tanto, clavaba la vista en la decoración barroca del cielorraso y en el descomunal retrato de su padre Tarcisio, héroe construido por él, quien le enviaba pajaritos a darle consejos. No recurría al embeleso espiritual que proporcionan las obras de artistas o escritores; solo admiraba a militares sanguinarios, a quienes tenía ocupados en adornar, desde altos pedestales, las plazas de las ciudades. A distancia, lo vigilaba el Dinosaurio; no se ausentaba ni durante la visita de alguna de las damitas celosamente escogidas para alegrar al caudillo en el tedio del atardecer.

Al día siguiente, presidió un consejo de ministros para analizar la situación nacional; el director de planeación mostró un panorama inmejorable: crecimiento del PIB, 4% (calló el crecimiento de los cinturones de miseria de las ciudades); la población pobre rebajó, en quince años, del 80% al 60% (el estándar internacional considera que ha salido de pobre el que puede pasar todo el día con un modesto desayuno, aunque tenga huecos en las suelas de los zapatos); cobertura en salud, 95% de la población (porque hay enfermeras que hacen curaciones en los barrios). La conclusión fue que la alarmante descomposición social provenía del relajamiento propiciado por una legislación tolerante. Se procedió a prohibir el divorcio, el aborto, los matrimonios del mismo sexo; el cine con calificación inmoral de la Iglesia; la educación en derechos humanos; los sindicatos; los desfiles, marchas y similares; se decretó el cierre de varios periódicos y se impuso censura a prensa, radio y televisión.

Nada de esto detuvo los vientos del descontento; continuaron las protestas, y una semana después llamó Tiberio a sus más cercanos, los embarcó en un avión y volaron a la paradisíaca isla nacional, donde ya lo esperaba el Dinosaurio con una pandilla de incondicionales. Desde allí, veían como el país se encendía en revueltas, hasta que sus propios áulicos le pidieron la renuncia y enviaron al Dinosaurio a la capital a asumir el poder con melifluas propuestas para el pueblo (que, según los analistas, ya no se tragaría más esos cuentos): exención del IVA en los mercadillos de barrio; eliminación de cuota de manejo en los bancos; sede del mundial de fútbol; sede del concurso Miss Universo; gira del Circo del Sol con precios populares; giras de los mejores grupos rockeros del mundo y juicio “ejemplar e imparcial” al tirano depuesto.


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28 comentarios:

  1. Carlos, no he podido evitar que mi mente volara a mi relato donde deseo a las naciones hermanas americanas Paz y unos gobernantes que no sean ineptos o criminales o ambas cosas.

    También me ha recordado, tu relato, a aquel dictador puertorriqueño que desvirgaba a las niñas con el dedo. Valiente cabrón.

    Por último, deberían haber decretado "Castigo ejemplar a los Inocentes". Es lo menos que los sátrapas tiranos pueden desear.

    Una denuncia con la cual estoy de acuerdo. salu2 y Felis Nabidá.

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  2. Buenas, Carlos Jaime.

    Me ha gustado el guiño inicial al que se considera el relato más corto que se haya escrito.

    Tu texto me ha parecido bien escrito, una denuncia a un gobierno corrupto.

    Creo que he visto un error:

    "crecimiento del PIB, 4% (calló el crecimiento de los cinturones de miseria de las ciudades)". Diría que ese calló es del verbo caer, con lo cual va con "y", calló es de callarse.

    Nos leemos. Felices fiestas.

    Un saludo.


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  3. Hola Carlos:
    No sé por qué me da que cuando escribías este cuanto estabas con la mente en alguien. Cuántas veces hemos oído estas denuncias. De todas formas, aunque no con esta crudeza, en todas partes cuecen habas, por desgracia. El respeto a los Derechos Humanos brilla por su ausencia cuando se antepone la “Ley”.
    Me parece un relato valiente de denuncia.
    Un abrazo.

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  4. Muchas gracias a Amílcar, Irene e Isán por sus agradables comentarios.
    Aclaró que "calló", aquí, significa "dejó callado", no habló de él; porque el funcionario se da ínfulas con el crecimiento del PIB, pero no quiere decir nada del crecimiento paralelo de los cinturones de miseria: los ricos aumentan, pero los pobres también.
    Feliz Navidad para todos.

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    1. Saludos, Carlos J.
      En el caso de decir callar, la frase correcta sería: (calló sobre el crecimiento...), por lo que faltaría ese conector para no crear ninguna confusión sobre las intenciones del calló.

      ¡NL!

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  5. Hola Carlos Jaime, felicidades por este relato denuncia. Un dictador con un nombre que le viene de cuna y que endiosa militares sanguinarios, solo mirando su cielorasso de ambición, poder y corrupción. Muy bien escrito, vamos ni mu. No se que será del monstruo dinosaurio con esa rebelión del pueblo, pobre, lo mismo le cortan el largo cuello el partido. No veo muy claro (es solo por chinchar y ponerte un pero) tu caracol, creo que calló por ahí como quién no se entera (concha de caracol trayendo al oído los mares lejanos... Un abrazo y felices fiestas.

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  6. Hola Carlos Jaime, felicidades por este relato denuncia. Un dictador con un nombre que le viene de cuna y que endiosa militares sanguinarios, solo mirando su cielorasso de ambición, poder y corrupción. Muy bien escrito, vamos ni mu. No se que será del monstruo dinosaurio con esa rebelión del pueblo, pobre, lo mismo le cortan el largo cuello el partido. No veo muy claro (es solo por chinchar y ponerte un pero) tu caracol, creo que calló por ahí como quién no se entera (concha de caracol trayendo al oído los mares lejanos... Un abrazo y felices fiestas.

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    1. Muchas gracias a Emerencia, Patricia, Juana, José y Leonardo por sus elogiosos comentarios. Sí fue mi intención la denuncia, pero no a uno en particular, sino a todos esos poderosos que hacen su festín con nuestra América. Me inspiré, aunque remotamente, en La Fiesta del Chivo, El Otoño del Patriarca, El Señor Presidente, en Chávez, Maduro, Pinochet, Rojas Pinilla y hasta en nuestro presidente Duque por aquello de las "conversaciones".
      ¡Feliz Navidad para todos!

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  7. Gran relato Carlos. Ni un pero.

    Felicidades y ojalá que el año venidero nos traiga mundos mejores.

    No me vusques que sigo de sequía creativa.

    Abrazos!

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    1. Muchas gracias a Emerencia, Patricia, Juana, José y Leonardo por sus elogiosos comentarios. Sí fue mi intención la denuncia, pero no a uno en particular, sino a todos esos poderosos que hacen su festín con nuestra América. Me inspiré, aunque remotamente, en La Fiesta del Chivo, El Otoño del Patriarca, El Señor Presidente, en Chávez, Maduro, Pinochet, Rojas Pinilla y hasta en nuestro presidente Duque por aquello de las "conversaciones".
      ¡Feliz Navidad para todos!

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  9. Salud Carlos,
    Ante todo gracias por tu visita. Luego: excelente relato. La descripción física del dinosaurio y el pajarito visitante me han dado la idea precisa de quien se trata, aunque a decir verdad por esta América en llamas poco da un nombre; muchos hay que se parecen demasiado, lamentablemente.
    Te deseo lo mejor y que el 2020 te sea prolífico en escritos y lecturas.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias a Emerencia, Patricia, Juana, José y Leonardo por sus elogiosos comentarios. Sí fue mi intención la denuncia, pero no a uno en particular, sino a todos esos poderosos que hacen su festín con nuestra América. Me inspiré, aunque remotamente, en La Fiesta del Chivo, El Otoño del Patriarca, El Señor Presidente, en Chávez, Maduro, Pinochet, Rojas Pinilla y hasta en nuestro presidente Duque por aquello de las "conversaciones".
      ¡Feliz Navidad para todos!

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  10. Hola Carlos ,un buen relato denuncia de la sociedad actual. Donde es verdad que para que los ricos sean más hace falta también más pobres. La corrupción manda en el mundo al que gobierna cuatro o cinco sin escrúpulos en la sombra. Hubiera preferido un relato más pastelero, pero la verdad mata. Felices fiestas y un prospero año. José María

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    1. Muchas gracias a Emerencia, Patricia, Juana, José y Leonardo por sus elogiosos comentarios. Sí fue mi intención la denuncia, pero no a uno en particular, sino a todos esos poderosos que hacen su festín con nuestra América. Me inspiré, aunque remotamente, en La Fiesta del Chivo, El Otoño del Patriarca, El Señor Presidente, en Chávez, Maduro, Pinochet, Rojas Pinilla y hasta en nuestro presidente Duque por aquello de las "conversaciones".
      ¡Feliz Navidad para todos!

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  11. Hola Carlos Jaime, muy creativa tu historia. Con tu texto recordé "La fiesta del Chivo" mientras visualicé un panorama muy actual y muy cercano. Pienso que los años van transcurriendo poco a poco, pero concluyo que el ser humano sigue siendo el mismo de ayer, de hoy y de siempre.
    Tu escrito es dinámico, entretenido y con cierta carga de profundidad.
    En esta oportunidad no pude participar, he tenido demasiadas ocupaciones familiares, quizás la próxima. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias a Emerencia, Patricia, Juana, José y Leonardo por sus elogiosos comentarios. Sí fue mi intención la denuncia, pero no a uno en particular, sino a todos esos poderosos que hacen su festín con nuestra América. Me inspiré, aunque remotamente, en La Fiesta del Chivo, El Otoño del Patriarca, El Señor Presidente, en Chávez, Maduro, Pinochet, Rojas Pinilla y hasta en nuestro presidente Duque por aquello de las "conversaciones".
      ¡Feliz Navidad para todos!

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  12. Muchas gracias a Emerencia, Patricia, Juana, José y Leonardo por sus elogiosos comentarios. Sí fue mi intención la denuncia, pero no a uno en particular, sino a todos esos poderosos que hacen su festín con nuestra América. Me inspiré, aunque remotamente, en La Fiesta del Chivo, El Otoño del Patriarca, El Señor Presidente, en Chávez, Maduro, Pinochet, Rojas Pinilla y hasta en nuestro presidente Duque por aquello de las "conversaciones".
    ¡Feliz Navidad para todos!

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  13. Hola, Carlos Jaime.
    Un relato muy bien escrito y tristemente muy de actualidad.
    Saludos.
    Felices fiestas.
    Scott.
    Scott

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  14. Carlos:
    Es una buena forma de aprovechar la literatura creativa para recrear una situación política patente en muchos países. Y lo haces de una manera muy gráfica en la descripción de personajes y lugares. Me recordó a un personaje interpretado por un artista argentino (ya extinto), Alberto Olmedo, el "dictador de Costa Pobre".
    El texto es liso y claro, sin rodeos y con una estructura impecable. La historia en sí, me pareció ingeniosa. Valió la pena el esfuerzo. Felicitaciones.

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  15. Te agradezco mucho, Maurice.
    Que tengas una feliz Navidad.

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  16. Hola Carlos, buen inicio a lo Monterroso, y mejor continuación. Una protesta en toda regla sobre una cosa que nos afecta a todos, no puedo más que estar de acuerdo en todo.
    En cuanto al relato en sí, me pareció muy bien escrito, con unas descripciones precisas y una narración fluida.
    Espero que hayas podido pasar unas buenas navidades y una entrada al año próspera. Un saludo y nos leemos!

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  17. Hola Carlos, buena recopilación de las miserias de algunos de los gobernantes que existieron, existen y existirán para nuestra mutua desgracia. Es una pena que la humanidad se fundamente en tiranos así, pero es lo que tenemos los seres humanos y lo que somos, tal vez algún día aprendamos que hay formas mejores de tratar a los semejantes. Me ha gustado mucho tu relato, con asperezas y sin censuras, te felicito.
    Un saludo y felices fiestas. Soy Leosinprisa.

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  18. Hola Carlos.
    Está muy bien tu relato. Tuve un problema la primera lectura. Pensé que el Dinosaurio era el presidente. Fue un error mío; sin duda me dejé llevar por una de las interpretaciones más frecuentes del microrrelato de Monteroso.
    Por lo demás perfecto. Muy bueno lo de los pajaritos consejeros.
    Te felicito.

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  19. Muy buen relato.Un presidente debe ser poderoso pues se supone que debe ejerser el poder.Eso no debe asustar a nadie,siempre y cuando esos poderes los dirija en favor de su pueblo.Lo trste es ver el poderio que les permitimos alcanzar a poderosas marionetas serviles a monopolios e imperios,que en nada les interesa la patria que gobiernan,pues sus intereses no estan alli.Feliz año.

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  20. Hola Carlos, gracias por pasarte por mi relato y dejar tu halagador comentario. Soy Vespasiano.
    Brutal relato (por lo bien que lo has descrito), el que nos has regalado este mes, lejos de las sensiblerías navideñas. Leyéndolo me recordaba "al CHIVO", el generalísimo Leónidas Trujillo, que yace aquí enterrado en el Pardo muy cerquita de su gran amigo y valedor, otro generalísimo de triste memoria: Francisco Franco.
    No se puede explicar mejor la corrupción, la impunidad, la perversión, etc. de los que ostentan el poder sin el mínimo resquicio de dignidad.
    Pero si encima están apoyados y respaldados por los EE.UU., apaga y vámonos. El tirano seguirá en su puesto, los derechos humanos se pisotearán, la pobreza seguirá en aumento y solo los adeptos al régimen medrarán y tendrán todos los privilegios a su alcance.
    Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.

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  21. Saludos, Carlos Jaime

    Gracias por pasar por mi relato del mes de diciembre a voluntad. Sobre el tuyo, está bien escrito, solo siento que hizo falta una palabra u otra redacción: "se quedó (dormido) profundo (o: profundamente dormido) como un bebé sobre el primer sofá que encontró." No sé si es una expresión muy coloquial de tu zona, pero quedar profundo como un bebé no parece tener sentido de "dormido", ya que los bebés sin dormir no son nada tranquilos.

    Siempre he pensado que el poder de la pluma puede vencer la bala; y mientras se escriba sobre esto, al menos se pueden abrir la mente a pensar sobre lo que es o no correcto, sobre todo en cuanto a la denuncia social. Me hizo un guiño que ese "presidente" no es sino un dictador con todas las letras. Penosamente, en mi país ya vamos con doce años del mismo partido que no quiere abandonar el poder y ocho con uno que está ilegalmente "elegido" porque nuestra Constitución prohibe la reelección; pero todo parece indicar que va por SU tercera vuelta...

    Aunque me ha gustado mucho la denuncia, y ese guiño con tantos dictadores (que de alguna manera parece que todos hacen lo mismo, y usan las mismas tácticas militares, de estadísticas, etc.), no siento que sea una escena. Debes recordar que una escena contendrá sí o sí, introducción, nudo y descenlace. En mi caso, lo veo solo como una introducción, sin un nudo concreto y sin una conclusión, aunque una revuelta lo parezca, es demasiado sutil para mí.

    Lo que sí me ha gustado es la mezcla y matizaje con todos los dictadores que penosamente han estado años y años lastimando a nuestros países; y no pude dejar de reír al leer lo del "pajaro". Y tal como menciona Vespasiano, esto parece agendado con el respaldo de países poderosos, ¿con qué fin?, sigo sin entenderlo pero lo rechazo con toda el alma. Lo disfruté.
    Nos leemos, K.Marce

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