Carlos Jaime Noreña
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–¡Mira al capitán Kirk!
–¿El de Viaje a las estrellas? Pregunta Octavio.
–El mismo. ¡Qué hombre tan hermoso!
–Búscate uno como ese, replica él con tono de celos. (Y piensa que tal vez con ese le vuelvan los arrestos perdidos).
–Y allí va Mr. Spock –dice la hija– ¿No es así como ustedes lo llaman?
–Así se llama en la serie. ¡Y sí está muy similar ese orejón!
El niño no ha parado de reír con las fantasías de los mayores, pero el más mayor de todos, el abuelo, ya está concibiendo una espléndida idea para volver a respirar juventud aprovechando aquella famosa saga y algo más.
–¿Por qué vas pensativo, mi amor? Le dice Mariluz.
–Ehhh, nooo, es que veo que va a llover; nos vamos a mojar en las tres cuadras de aquí a la casa.
–¿Que tanto es eso? Vinimos en el carro. Vamos directo de sótano a garaje.
Al habitual encuentro de los miércoles con su amiguita, veinte años menor, llega Octavio radiante agitando un par de boletos.
–Mira los pasajes para un viaje maravilloso al que te invitaré esta semana.
–¡¿Qué?! –Responde Alix con sus ojos muy abiertos–. No tengo vacaciones.
–No te preocupes. Es el sábado. Haremos un viaje a las estrellas.
–No te entiendo.
–Van a proyectar la película que realizaron con base en la antigua serie “Viaje a las Estrellas”. Ya tengo las entradas para verla contigo.
–¿El sábado? ¿Y tu mujer?
–Se va toda la tarde con Sabina y el niño para una primera comunión; yo, ni corto ni perezoso, aprovecharé esa vacación contigo, mi amor.
Ha comprado los tiquetes para uno de esos cines múltiples en un centro comercial alejado, que su mujer detesta porque es de “clase muy popular”. Llegan allí el sábado en el último minuto, él revisa que no haya conocidos por ahí y se acomodan en los asientos que compró en última fila. No han terminado de apagar las luces cuando ya se están abrazando y besando. Acompañan la película con las papitas fritas que el médico le ha vetado y que su mujer no le permite ni mirar, por la sal y la grasa, pero es el momento de “pecar” contra la dieta y disfrutar con la muchacha de jueguitos que su mujer tampoco le permite ya “en esta edad”.
En una escena de turbulencia magnética que sacude con fuerza la nave, el movimiento se siente con pleno realismo en la sala. “¿Cuándo le pusieron 4D a este teatro?” Pregunta Octavio. En segundos se dan cuenta de que es un temblor de tierra real y ella entra en pánico; él logra calmarla y la lleva bien agarrada mientras se hace una evacuación ordenada. A medida que avanzan por el pasillo principal del centro comercial, Alix sigue muy pegada a él; no sale de un susto con los restos de cielos desprendidos, lámparas rotas y exhibiciones derrumbadas, en especial los tarros y frascos de los comercios de rancho y licores.
Las dos mujeres y el niño han salido corriendo de la fiestecita que se celebraba en un local de juegos infantiles de un centro comercial “muy popular” y los socorristas los van guiando por el pasillo central, hasta que los dos grupos desembocan, de ambos lados, en la salida principal y quedan frente a frente. Octavio suelta rápidamente a Alix, pero Mariluz ya le está clavando una mirada asesina; él se va a encontrarla, empieza a “darle explicaciones” y ella lo recibe con una certera bofetada.
¡Aterrizaje forzoso de este viaje a la realidad!
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Buenas, Carlos Jaime.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato, una situación muy embarazosa y difícil de explicar. Aunque me he perdido en el salto temporal que haces y con los diálogos, no están del todo bien escritos y me he liado un poco.
Nos leemos.
Un saludo.
IreneR
Muy atinados los comentarios que todos me han hecho hasta ahora; muchas gracias.
EliminarPero les aclaro que no hay ningún salto temporal: el relato es progresivo, siempre hacia adelante; solo se salta de un sábado al miércoles siguiente y después al sábado siguiente.
Cordial saludo. ¡Muy bueno que nos volvimos a leer!
Hola Carlos, me pasa como a Irene, los guiones de diálogos son mas largos ,en lo del salto temporal me pasa lo mismo y hay palabras que no son muy comunes al menos en mi país. Un abrazo y nos leemos. José María
ResponderEliminarMuy atinados los comentarios que todos me han hecho hasta ahora; muchas gracias.
EliminarPero les aclaro que no hay ningún salto temporal: el relato es progresivo, siempre hacia adelante; solo se salta de un sábado al miércoles siguiente y después al sábado siguiente.
Cordial saludo. ¡Muy bueno que nos volvimos a leer!
Salud, Carlos Jaime:
ResponderEliminarMe ha gustado el relato de una situación muy común desgraciadamente. Mira que os gusta engañar!
Al margen, la única observación desde mi punto de vista es que te habría quedado mejor sin el comentario final que suena a comentario de autor. Tal vez podrías usar la bofetada de su mujer: ..."y ella lo recibe con una bofetada de realidad." No sé, son opiniones, no más. El cuento es tuyo.
Nos leemos.
Muchas gracias, Juana. Me gusta mucho lo de "bofetada de realidad".
EliminarHola Carlos Jaime ¿cómo has estado?
ResponderEliminarHe tenido oportunidad de leer tu participación de este mes y me he divertido con la historia. Son situaciones incomodas que siempre están en riesgo de ser descubiertas.
En cuanto a lectura considero que posee buen ritmo y usas unos diálogos muy cotidianos, paisas, que dan realismo a la situación.
La única observación que haría sobre tu texto es acerca del salto del tiempo que presentas y que ya ha sido comentado por los otros compañeros.
Me ha gustado mucho leerte y en lo posible continuaré participando en este blog como lo hacía en el pasado.
Un abrazo.
Gracias, Leonardo. Qué bueno este nuevo contacto. Te digo lo que a los anteriores sobre el aparente salto temporal.
ResponderEliminar¡A continuar participando todos los meses! Hay que volver a sacar "raticos" para la escritura.
Cordial saludo.
Hola Carlos!
ResponderEliminarLa historia que cuentas me ha parecido muy divertida y real. Me ha pasado como la resto de compañeros y me he liado un poco con los diálogos.
Nos leemos en el siguiente reto!
Saludos.
Muchas gracias, Lectora.
EliminarCreí poner los diálogos muy organizados, pero tal parece que no me quedaron así.
Hola Carlos! Como estas?
ResponderEliminarMe pareció gracioso tu texto, a mi me pareció bastante ordenado respecto a los tiempos. Si coincido que el ultimo comentario, le saca potencia al final. Por otro lado, creo que en este dialogo, falta cerrarlo con un guion, antes de "replica" y por ultimo comentario, creo que mejor usar el guion largo para los dialogos.
–Búscate uno como ese, replica él con tono de celos. (Y piensa que tal vez con ese le vuelvan los arrestos perdidos).
Mas alla de esto, me pareció un texto muy entretendio
Saludo y nos leemos!
Muchas gracias, Carla Daniela.
Eliminar¡Me mantengo enredadísimo con lo de los guiones!
Hombre Carlos ¿por qué tanta crueldad con el pobre Octavio? podías haber retrasado el temblor a otro día. Para una alegría que todavía le quedaba... vas y se la chafas. salu2
ResponderEliminarJa, ja, ja. Tienes gracia, Amílcar.
EliminarHola Carlos.
ResponderEliminarUna situación que para unos es muy delicada y para los demàs, muy divertida. Coincido con Juana en que lo de la bofetada que aterrice a Octavio en la realidad, o para aprovechar el título: una bofetada que lo pone rumbo a la realidad.
Lo que más me ha chocado es el uso de las comillas: yo las quitaría en rajar, clase popular, pecar y darle explicaciones.
Me ha gustado leerte.
Saludos,
M.L.Plaza
Muchas gracias, María Luisa.
ResponderEliminarMiraré si es que abuso de las comillas.
Hola Carlos
ResponderEliminarComo siempre resumando sorna por todos los poros de tus textos :-)
Muy divertido, me ha alegrado leerte. De los defectillos no digo nada que ya hancomentado bastante por ahí.
Una abrazo!
*rezumando
ResponderEliminarMuchas gracias, Patricia.
ResponderEliminarJajaja un muy buen final. Me he reído imaginando su cara de bobo al ver a la mujer y luego recibir el galletazo. Además la frikada de Star Trek me mola. Me vi la serie original hace un par de años y me encanta Mr. Spock
ResponderEliminarHola, Carlos Jaime. Pensé que te había leído. Discúlpame por llegar tarde a tu relato.
ResponderEliminarMe pareció divertido, aunque no necesariamente sea una situación divertida, pero me gustó.
En cuanto a lo formal, veo que hay algunos diálogos que te faltó la raya de diálogo y colocar en minúscula la letra que sigue a la raya, por ejemplo:
–¿El de Viaje a las estrellas? Pregunta Octavio.
–¿Por qué vas pensativo, mi amor? Le dice Mariluz.
Debe ser así:
—¿El de Viaje a las estrellas? —pregunta Octavio.
—¿Por qué vas pensativo, mi amor? —le dice Mariluz.
Hay momentos que haz acelerado el tiempo de acción, que realmente es un salto en el tiempo utilizando una elipsis. Un mejorable podría ser (para que no se note esa brecha o para que no sorprenda al lector), podrías poner: El miércoles siguiente... o el próximo sábado... A la mañana siguiente... etc.
Y también estoy de acuerdo con Juana, la última frase suena a frase de autor, no del narrador. Puedes obviarla y quedará bien.
Felicitaciones. Nos seguimos leyendo.