Wanda Reyes
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La sensación de que alguien la veía la hizo voltear nuevamente. Aurora decidida se levantó al baño para tratar de calmar aquella extraña idea de que la observaban.
Caminó por el pasillo del tren y les dio un vistazo a todos los pasajeros tratando de encontrar una cara conocida. Llegando al baño descartó la idea y pensó que el exceso de trabajo la estaba volviendo loca.
Recordó que su trabajo no sería más un problema ya que esa mañana la habían despedido, “exceso de personal", era la excusa que le dieron.
El jefe de la fiscalía donde trabajaba, había despilfarrado el presupuesto asignado, en sus aventuras nocturnas y para callar a alguna que otra empleada que lo quería acusar de acoso laboral.
Aurora era la única que le había puesto en su lugar después de incontables avances no deseados, pero esto había llegado a su fin ayer, aquel hombre acostumbrado a conseguir lo que deseaba estalló en ira. Producto de esto hoy Aurora se dirigía en un viaje de vacaciones no planificadas a donde su padre, quien no tenía idea de que llegaría esa noche.
El pasaje había sido toda una hazaña conseguirlo, ya que en esta época del año los turistas llegaban como hormigas tras un terrón de azúcar.
El rancho de su padre quedaba en un lugar apartado de aquella pequeña ciudad, que curiosamente contaba con múltiples museos, sitios históricos y una que otra fiesta desenfrenada en estas épocas del año.
Al llegar a la estación buscó rápidamente un taxi, no quería demorar más la sorpresa a su padre. En cuanto el auto empezó su marcha un rostro le pareció conocido entre la multitud pero pronto desapareció y no pudo reconocerlo.
Descartó nuevamente la idea y decidió desviarse a comprar algunos víveres para no llegar con las manos vacías.
Una vez en el rancho, bajó del auto con dos pequeñas maletas y camino unos 100 metros hasta la entrada.
Abrió el portón y pensó que hubiera sido mejor idea haberle avisado a su padre de su llegada, no querría terminar con un agujero en el estómago de un disparo de escopeta, si este la confundiera con un intruso.
Cerró el portón cuidadosamente y emprendió el trayecto hasta la casa principal.
Era imposible apreciar la variedad de flores que su madre había sembrado alrededor de la casa, pero el maravilloso aroma le despertó hermosos recuerdos y le dio esa sensación de seguridad al encontrarse en casa. Al día siguiente le pediría a su padre le llevara al cementerio donde descansaba su madre para llevarle algunas flores del jardín.
Una vez en el corredor de la casa, extrañada, encontró la puerta de la casa a medio cerrar, su padre un hombre de rutinas revisaba todas las puertas antes de irse a la cama religiosamente.
Al entrar vio manchas en el suelo, parecidas a como cuando se arrastra a un animal muerto en el matadero, soltó las maletas y avanzó cuidadosamente.
—Papá, ¿estás bien? Soy Aurora. — Tomó un adorno de madera sólido y se asomó por la esquina, siguiendo las manchas de sangre en el piso.
Sus ojos no podían dar crédito a lo que veía. Su jefe estaba sentado en la silla con un revólver sobre la mesa, sus manos estaban ensangrentadas y tenía una sonrisa distorsionada en su rostro.
El padre de Aurora yacía en el suelo con lo que parecía un disparo en el abdomen. Sintió desfallecer pero sabía que eso no ayudaría en nada.
Levantó el arma improvisada que tenía en las manos y corrió hacia Alfonso, su jefe, gritando como soldado a la guerra.
Alfonso le apuntó con el arma, levantándose repentinamente. Aurora se detuvo de golpe.
—Al fin reunidos como familia, verdad suegrito, — dijo con tono burlesco. —Sabes que no tengo costumbre que me rechacen y gracias a tu denuncia hoy estoy aquí sin empleo, sin familia y sin mi amiga favorita. ¡Si no eres mía no serás de nadie! — vociferó alterado mientras levantaba el arma.
En ese momento Aurora solo pudo cerrar los ojos aguantando la respiración. El sonido del disparo le dejó sorda por unos momentos. Al abrir sus ojos vio como Alfonso salia disparado hacia atrás con un agujero de escopeta en el pecho. El padre de Aurora le veía asustado y esta le devolvía la mirada de desconcierto.
Alfonso no contaba con que mi padre, había encontrado el amor nuevamente en una mujer fuerte y decidida que les había salvado la vida a ambos en ese momento.
***
¡Madre mía Wanda… qué historia!
ResponderEliminarPrimero, bravo por tu imaginación, una premisa imprescindible en quienes tratamos de escribir.
Creo que el relato, según mi humilde opinión, podrías limpiarse un poco, hay frases en la que sobran artículos, y explicaciones, te pongo un ejemplo Wanda, en el comienzo del relato: “LA sensación de que alguien LA veía LA hizo voltear nuevamente”, podría sustituirse por otro tipo de verbo que denota la sensación de que la veían y omitir dos de los tres “LA” (Sentía que alguien la observaba, lo que hizo que se volteara de nuevo) Aurora decidida se levantó al baño para tratar de calmar aquella extraña idea) Omitir al final de la frase, “la observaba” no es necesario, ya se dice al principio y se elimina de paso otra artículo en “la”
En los aspectos formales y ortográficos creo que hay algún que otro laísmo, seguro que por aquí tenemos compañeros que te ayudarán en ese sentido (la propia K. Marce, es un hacha para cazar leísmo, laísmo, loísmos)
Hay también palabras repetidas que con una revisión se pueden sustituir, por ejemplo “trabajo” “exceso”… Ejemplo en la frase: “un rostro le PARECIÓ CONOCIDO entre la multitud pero pronto DESAPARECIÓ y no pudo RECONOCERLO” Podría sustituirse por “Le pareció reconocer un rostro, pero pronto se perdió entre la multitud.
Cuando cuentas que Aurora cogió un adorno de madera sólido para defenderse de posibles ataques, me habría gustado que describieras el objeto (aunque sea ligeramente), con el fin de visualizar mejor la escena.
Sobre la sonrisa distorsionada, sobraría en “en su rostro”, ¿en qué otra parte se puede tener una sonrisa?
Cuando cuentas “el padre de Aurora le veía asustado”… primero sería miraba o la miraba asustado, y segundo, es una sorpresa, no comentaste en ningún momento que no estaba muerto.
Y el final, aunque abrupto, fue salvador.
Lo que más me gustó fue la manera en que describiste el recuerdo de la madre, con ese jardín de flores tan aromáticas y coloristas… sin recrearte demasiado en el recuerdo, en su punto justo, y el modo en que Aurora denunció al acosador.
Espero haber sido de ayuda Wanda. Un cordial saludo compañera.
Muchas Gracias Tara, tus consejos los tomaré en cuenta y te agradezco te tomaras el tiempo de analizar mi escrito. Cuando escriba una version un poquito mas larga de este relato incluire la descripcion del arma de Aurora. Te agradezco nuevamente saludos.
EliminarBuenas, Wanda.
ResponderEliminarQué dos giros narrativos tan buenos al final. No me esperaba para nada que el jefe estuviese allí, aunque me ha extrañado que llamase al padre suegro, ¿era también el marido de la protagonista? Y luego llega la nueva mujer para salvar la situación, otra sorpresa inesperada, pero que queda genial.
Me ha gustado mucho el relato. Muy bien llevado.
Nos leemos.
Un saludo.
IreneR
Hola Irene, gracias por leer
Eliminary comentar mi relato. En lo que me dices del porqué se refiere como suegro al padre de Aurora, lo incluyo para hacer ver mas la falta de respeto del asesino hacia ambos. No era el marido de Aurora, lo puse por lo que a veces cuando vas por la calle con tu padre o madre, algún mal educado grita "adiós suegra/o" como un "piropo".
Gracias nuevamente, Saludos.
Buenas, Wanda.
EliminarNunca había escuchado esa expresión, por eso no lo he entendido. Todo claro entonces.
Un saludo.
Hola Wanda.
ResponderEliminarMenudos giros has dado al relato: el final va de sorpresa en sorpresa. El inicio me ha parecido algo flojo¿por qué está la protagonista obsesionada con que la observan?
El relato es interesante pero creo que le falta corrección en voz alta. Por ejemplo, a partir de Papá ¿estás bien? repites los nombres muy seguido; cierra los ojos y abre los ojos muy cerca. Sobra mi padre, el padre.
Me ha llamado la atención que el taxi la deje a 100 metros de la entrada ¿no la puede acercar más? Es que no sé cómo es un rancho, pero me parece lejísimos. En " no querría terminar con un agujero en el estómago de un disparo de escopeta, si este la confundiera con un intruso.", no quería...si este la confundía...
Espero haberte ayudado.
Saludos,
M.L.Plaza
Hola Wanda! Como estas?
ResponderEliminarMe gustó mucho tu relato, una trama con mucho suspenso y muy bien escrita. Si me parece que dentro de las pocas palabras del texto, hay muchas repetidas, pero con una limpieza simple le agregarías mucha calidad. Un saludo y nos leemos!!
Bien, resulta entretenido y aleccionador: la honradez no siempre resulta recompensada pero no por ello hay que dejarse avasallar. salu2
ResponderEliminarHola Wanda:
ResponderEliminarVaya culebrón. Has contado muchas cosas y muy precipitadamente, especialmente el amor de su padre y la ruina del fiscal. Tampoco veo cómo encajar las miradas del tren a no ser que tengan la finalidad de despistar al lector. Creo que deberías pulirlo un poco porque tiene potencial.
Un saludo.
Hola Wanda, como te señalan las compañeras algunos fallos, solo te diré que el final con algunas cositas que puliría es de serie. Quien iba a pensar que esa mujer estaba en el rancho....Un saludo y nos leemos.
ResponderEliminarHola Wanda.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, has hecho unos giros sorprendentes y has incluido muy bien las palabras del reto.
En cuanto al contenido de la historia, te quería señalar un detalle que me ha parecido un despiste. Si Aurora paró en el camino a comprar víveres, cuando llegó al rancho no pudo salir del auto solo con dos pequeñas maletas, ¿no te parece?
Sobre la parte formal, por decirte algo no dicho ya, me gustaría apuntarte que le ha faltado el acento gráfico a algunas palabras, tales como caminó (en la frase: Bajó del auto con dos pequeñas maletas y camino unos 100 metros hasta la entrada) o salía (en la frase: Alfonso salia disparado hacia atrás con un agujero de escopeta en el pecho), y la interrogación al final de la frase: Al fin reunidos como familia, ¿verdad suegrito?
Va una sugerencia para no repetir mucho el tándem “su padre”: ¿qué te parece si le das un nombre al señor?
Espero haberte aportado alguna idea para mejorar.
Nos leemos!
Un saludo de Gina D´Algo.