Kirby
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Para vacacionar, todo el mundo saca pasajes a un lugar turístico y listo. Pero yo no. Yo tenía que hacerme el distinto e irme a un rancho perdido en medio del bosque. Lo alquilé para alejarme de los delirios cotidianos, y todo iba muy bien hasta hoy a la mañana, cuando salí a caminar por el frondoso bosque. Un monte verde, lleno de enormes pinos milenarios. EL dueño del rancho me recomendó que, si salgo a caminar, no debía hacerlo por el sendero marcado. Para alguien con ansias de explorar, lo mejor era arrancar hacia alguna dirección cualquiera e improvisar. Así, no me toparía con turistas que interrumpan mi privacidad. Y eso hice. Partí esta mañana hacia el este y no he parado de caminar durante 12 horas. Y no precisamente por estar cautivado con la belleza natural. No. A la hora de haber comenzado la caminata, llegué a un punto elevado y volteé para ver el paisaje desde lo alto. Al hacerlo, divisé una figura a unos 150 metros tras de mí, quieto. Me quedé helado. Su rostro tenía algo raro, algo inerte en su expresión. Tras unos pocos segundos incomodos y al ver que aquella persona permanecía inmóvil, grité “¿hola?” Nada. Volví a gritar. Silencio. La situación no me gustaba. No estaba recorriendo un sendero pre-trazado, había caminado por la maleza salvaje, incluso había tenido que atravesar algún arroyo. ¿Qué hacía siguiéndome? ¿Por qué se detenía y me miraba fijamente cada vez que me frenaba para comprobar su presencia? Tras una hora decidí dar con él. Dar media vuelta y encararlo. Pero al acercarme unos metros me detuve en seco. Mi corazón se aceleró y un sudor frío bajó por mi frente. El hombre tenía puesta una máscara, una máscara blanca. Por eso es que notaba algo extraño en su expresión. Esto no estaba bien. Este psicópata me seguía para hacerme daño y yo estaba solo con él en el bosque. Sombrías ideas me invadieron: “¿me habrá recomendado el dueño un sendero alternativo para atraparme solo y perdido?”.
Al no poder volver, ya que eso significaría confrontarlo, y no tengo nada que pueda usar como arma, decidí continuar y tratar de perderlo. Por varias horas avancé a paso rápido. Cada tanto miraba sobre mis hombros, pero la figura sin rostro siempre estaba ahí, quieto. Comenzó a anochecer y creció mi angustia. Sabía que pronto no podría distinguirlo entre los árboles y sería ahí cuando él pondría fin a esta persecución. Seguro su plan es agotarme y, cuando esté cansado y oscuro, rematarme sin que yo pueda siquiera anticiparlo.
Estoy cansado y totalmente perdido. Tomo un sorbo de la poca agua que me queda y aprovecho para mirarlo. Allí esta, Inmóvil, mirándome. Tengo mucho miedo, pero necesito tirarme a descansar. Siento que mis piernas ya no pueden más. Y cuando estoy a punto de abandonar la huida y desvanecerme rendido en el suelo, debo detenerme. He llegado a un barranco. Delante mío hay un acantilado con una profunda caída. Debo pensar rápido. No puedo seguir avanzando, debo ir a hacia otra dirección. Volteo y me caigo al piso del susto. El hombre estaba a tan solo unos pocos metros de mí, observándome fijamente. Desde el suelo le grito desesperado y entre sollozos “que querés de mí” No responde. Se sienta en el piso y continúa mirándome.
Llevo seis horas en el suelo atrapado por este psicópata sentado inmóvil frente a mí. Muero del sueño, pero debo aguantar hasta que él se duerma. Así, quizás pueda salvarme. Sé que está esperando eso. En cuanto me duerma me ejecutará sin ningún esfuerzo.
Siento los parpados pesados. Los cierro por unos segundos y los abro. Que placentera sensación es descansarlos. Daría todo por dormir, aunque sea unos minutos. Los vuelvo a cerrar, esta vez los mantengo así un poco más. Con dificultad los abro. Con la vista nublada veo a mi perseguidor, allí está, inmutable, mirándome. Cedo ante la tentación y cierro los ojos. Los mantengo un poco más de lo que debería, me siento muy bien así. Que hermosa sensación. Un regodeo me inunda. Por un momento olvido donde estoy y me siento parte del bosque. Me concentro en los sonidos ¡Es que hay un montón!: los arboles moviéndose, el agua de algún arroyo, algún animal dando vueltas. “Que belleza de bosque” pienso. “Pensar que me había arrepentido de venir, esto era todo lo necesitaba”.
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Kirby:
ResponderEliminarLo leí varias veces y no pude concluir que se contó: ¿Un sueño?, ¿un monstruo?, ¿fueron buenas las vacaciones? Cumplida la consigna con las tres palabras pedidas.
A continuación algunos detalles observados:
Creo que los números se deben escribir con letras. Dices: elegir este lugar… ¿Cuál? Dices: por el frondoso bosque… es lugar común (evitarlos). Dices: lleno de enormes pinos… sería pleno de enormes pinos. Hay cambios de tiempos verbales inapropiados (pasado – presente – pasado –) Dices: arrancar hacia alguna dirección cualquiera… Eliminaría alguna. Dices: divisé una figura a unos 150 metros… Se ven pocos detalles (¿rostro extraño?) a esa distancia (resultó ser una persona) Gritar a alguien a 150 metros…¡inverosímil para mí! Dices. ¡Es que hay un montón!..., ¿de sonidos?… ¿Se amontonan?
Espero haber colaborado con mi opinión. Es tu cuento. Sabrás que tener en cuenta y qué no.
Estoy en el 19 por si quieres leerlo y comentar
Cordiales saludos
Amadeo
Hola Amadeo! Muchas gracias por las observaciones, me sirven para seguir mejorando.
EliminarHola Kirby!
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que leo algo tuyo y me gustó mucho. Tengo la sensacion que sos argentino... Verdad?
La historia me parece original y muy entretenida. No se puede parar de leer! Esta bien escrito y mantiene el suspenso. Como comentario, me parece que hay algunas comas de mas y de menos, unas mayusculas que sobran, y las comillas cuando se pregunta si lo mandaron por ese sendero para matarlo, serian las comillas latinas, que indican pensamientos.
Gran trabajo!
Un saludo y nos leemos
Muchas gracias Carla! No solía participar en los desafíos, pero este mes me dio ganitas jaj
EliminarSi! soy argentino...
Te mando un saludo y seguro me pasaré por tu relato.
Kirby, interesante relato de no ser por el tipo del Anónimus. salu2
ResponderEliminarHola Kirby.
ResponderEliminarMe pasa como a Amadeo, que no he entendido de qué trata el relato. Recreas bien el ambiente, la angustia, el cansancio del narrador y, de pronto,llega la paz. No sé, pero a mí me falta algo. Creo que el relato funciona mucho mejor con el miedo que creas que en el desenlace. Aún así, es un relato muy inquietante.
Saludos.
Hola Kirby, creo qu ehe leído por ahí que es la primera vez que participas, o que escribes publicamente. No está mal para ser un comienzo pero hay que trabajar mucho aún. Las lecturas es un aprendizaje estupendo.
ResponderEliminarNo te tomes a mal mis críticas, por favor, solo trato de ayudarte.
-Para comenzar, y así lo indica una reseña del propio taller de literautas: en textos literarios, es mejor que procuremos escribir siempre la hora con letras.
- Si se pueden evitar los “yoísmos” mejor que mejor. Te pongo el ejemplo de la frase :”Pero yo no. Yo tenía que…” (el segundo yo se puede omitir)
- Los tiempos verbales no están coordinados. Ej: “EL dueño del rancho me recomendó que, si salgo a caminar, no debía hacerlo por…” Mejor en condicional: me recomendó que si salía a caminar, no debería hacerlo por…
- Hay unos cuantos puntos seguidos que podrían sustituirse por una coma.
- Si el hombre tenía una máscara no es que tuviera una expresión extraña, carecía de expresividad.
- Hay un salto cualitativo entre el acoso, miedo, terror que se siente… y la sensación final de paz sin que esté justificada.
A tu favor, tienes una potente imaginación, y eso, desde luego, es una baza importante.
Kirby:
ResponderEliminar¡Cómo nos mantiene en vilo este relato! La intriga por develar el secreto del extraño ser no decae un solo momento. Y, en las últimas líneas, donde se supone que aparecería el sorpresivo desenlace, la sorpresa es mayor aún: Placidez, gusto por la experiencia vivida, ningún monstruo, ningún fantasma. Otros lo tomarían como una burla, pero yo no.
No concuerdo con los que dicen que no lo entienden; un cuento no tiene que ser completamente lógico; no tiene que tener un final esperado, ni tampoco sorpresivo; puede ser un final desconcertante, como el tuyo.
Es el salto cualitativo que señala Tara; y estoy de acuerdo con ella en lo de tu potente imaginación.
Me recordaste un relato mío en el que una pareja experimenta una serie de sobresaltos en un bosque. Si te interesa, está aquí:
http://ocurr-cj.blogspot.com/2017/11/sebas-valen-y-sus-sobresaltos-relato.html
Las observaciones de lenguaje:
“me recomendó que, si salgo a caminar, no debía hacerlo por”: si salía… no debería…
“no me toparía con turistas que interrumpan mi privacidad”: que interrumpieran
“ya que eso significaría confrontarlo, y no tengo nada que pueda usar como arma, decidí continuar”: y no tenía nada que pudiera…
“caigo al piso del susto. El hombre estaba a tan solo unos pocos metros”: el hombre está…
“la figura sin rostro siempre estaba ahí, quieto”: quieta (es figura, femenino).
“Delante mío”: Delante de mí.
Otros cambios de tiempo verbal que se dan, me parece que sí son adecuados, para darle ciertos giros a la narración.
Saludos.
Hola Kirby, creo que tu relato podría llevar a pensar a ser un relato fantástico ,pues el final puede ser tranquilamente el del hombre que busca la paz ,en su interior y se convierte en árbol del bosque ,por ese duende del bosque que lo persigue ,solo esperando que quede dormido. En cuanto los fallos Ortográficos y gramaticales ya te corrigen los compañeros a lo que yo quizás añadiría que los párrafos son muy largos ,sobre todo el primero. Un saludo
ResponderEliminarHola Kirby:
ResponderEliminarAl leer este relato me ha quedado un doble sentimiento. Por un lado ha estado la angustia del protagonista y su huida, por otro que tanta odisea con su perseguidor y se ha quedado en nada, al menos no lo he captado. Pero, bueno, si ha tenido que pasar todo eso para sentir el placer del bosque, bienvenido sea. Has sabido mantener la tensión hasta el final.
Un saludo.
El relato, aunque se toma con algún tiempo verbal que no concuerda, mantiene la fluidez y el ritmo de la trama. Al final dejas al lector sin saber la identidad del tipo de la máscara para frustarlo. Después de haber seguido el ritmo frenético de la persecución debe conformarse con descansar y quedarse sin saber. Buen truco para un relato corto.
ResponderEliminarHola Kirby
ResponderEliminarPor aquí cerca hay un dicho que dice más o menos así: el que tiene miedo, de su propia sombra se asusta. Cuando tienes confianza puedes disfrutar de lo que te rodea. Es lo que ocurre al final del cuento. Puede ser una interpretación, claro que puede haber muchas más. Dejar que el lector imagine el relato es lo que lo hace interesante. Felicitaciones.
Saludos