De ofertas se trata - (R) - Selene

REGRESAR A LA RECOPILACIÓN.

Selene


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Tenían una enorme pila de catálogos encima de la mesa, además contaban con la ayuda de dos portátiles que les ayudaban para filtrar la enorme lista de ofertas, agobiadas y mirándose con desesperación, Elisa y Anna no sabían que hacer. Sólo tenían una misión, encontrarles un viaje de ensueño para sus dos padres.
- Lo que le decía señorita – dijo Elisa, moviendo un bolígrafo entre sus manos – necesitaríamos dos habitaciones de matrimonio separadas.
La mujer al otro lado de la línea le insistió que aquella oferta era solo para jubilados y casados.
- Ya, lo se, pero a ver si lo entiende – dijo Elisa con paciencia -, es para cuatro personas, no para dos… Es decir, para dos parejas.
Anna con las dos manos juntas, pedía a los cielos que por favor esta vez lo consiguieran.
- Sí, ya se, es para nuestros padres. Sí, nuestros dos padres. No, no es para una pareja, es para dos parejas.
Elisa quería llorar, y Anna le besó en la frente.
- A ver no tengo porque explicarle porque, pero son dos parejas casadas, los cuatro son jubilados. – remarcó Elisa.
Elisa sonrío a Anna, cruzando los dedos. En que maldito momento habían decidido comprarles a sus padres un viaje, encima sola a una semana vista.
- Eso, exacto - contestó Elisa - , miré usted olvide que le he dicho que son mis padres.
Sería lo mejor, pensó Anna, explicar a alguien la historia de amor de sus padres era un problema como ningún otro. Las expresiones de las personas solían ir de la dulzura, al espanto a la sorpresa hasta el puro shock. Anna debía agradecer que hubiera salido como una persona hecha y derecha.
- ¿Cómo que si no son mis padres no pueden hacer el bono regalo?
Anna quería llorar.
- Sí, son mis padres. Señorita, son mis padres separados con sus respectivas parejas que van a celebrar sus bodas de plata.
La voz de Elisa sonaba cada vez más cabreada.
- Sí, exacto. Exacto. Se casaron el mismo día, sí, muy extraño.
Elisa odiaba esa clase de comentarios.
- No, no queremos la clase turista para los aviones, son cuatro abuelos jubilados en su primer gran viaje. – una pequeña pausa y la cara de Elisa se contrajo de rabia – No turistas, la “gold”. Sí, van a ser turistas, pero no en el avión.
Anna decidió que quizás lo mejor sería empezar a llamar a la otra compañía. Sus padres siempre habían expresado su deseo de ir a ver México, pero la pareja de su padre, es decir, su madrastra tenía problemas con el sol; así que estaba descartado. Pero su padrastro, la pareja de su madre, odiaba el frío y se enfermaba con suma facilidad.
Tras discutirlo, y discutirlo se había dicho que podían ir más al norte, más por Noruega en verano, ni frío y sin mucho sol. Aunque Anna hubiera preferido regalarle un rancho a su padre, le gustaban tanto los animales.
- ¿Cómo que el avión no entra en el pasaje? Pero si en la web dice… Ah, que esa era la pre oferta, y ahora es la oferta.
Anna hizo señal para que cortase.
- Escuche, Señorita, llevamos hablando dos horas, y espero que este teléfono no se cobre – añadió riendo - , pero… ¿Cómo que si se cobra? Pues ya pueden descontármelo del precio de la oferta, esto se avisa.
Anna cogió de nuevo el catálogo de un rancho, estaba algo lejos y tendrían que ir en tren, pero un pote de crema solar y un buen abrigo harían suficiente.
- Escúcheme bien, les denunciaré, ¿me escuchan? Esto… ¿Qué letra pequeña? ¿Dónde está eso en la web?
Sería lo mejor, pero deberían de buscar de nuevo.
- ¿De verdad esto es una oferta para jubilados? Pero si es que ni yo puedo leer eso. – dijo Elisa señalando la página web dando un golpe a la mesa.
Aunque Anna conocía a alguien de una agencia ahora que caía y creo que le dijo algo de una oferta. Que cabeza la suya, y creía recordar que era bastante buena.
- ¿Cómo que la oferta se acaba de acabar porque son las doce? – una pequeña pausa – Oiga, oiga… ¡Me ha colgado! Menudo timo…
Elisa miró largamente a su hermana, algo ida.
- ¿Qué te parece un rancho?
- Arre caballito…– dijo Elisa, colocándose las manos sobre la cara – Que así sea.
Y lo peor era que el viaje no era para ellas…

***

6 comentarios:

  1. Buenas, Selene.

    Qué conversación más frustrante que tiene la pobre protagonista. Aunque no sé si podría ser algo que pudiese llegar a pasar en la realidad. Bien es verdad que hay gente obtusa en este mundo, pero estar hablando dos horas con alguien en esa conversación de besugos... No sé, me parece demasiado tiempo.

    Aun así, me ha gustado.

    Un saludo.

    IreneR

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  2. Hola Selene, me lié en esta conversación tan frustrante. En cuanto a la forma, todos los guiones hay que corregirlos, son largos y no se debe dejar espacio entre ellos y la palabra, al ser nuevos en esta página no se si será problema al pasar el texto aquí.

    - varias palabras repetidas muy cercanas como pareja, dijo, ésta última podrías cambiar algunas por otros verbos dicendi.

    Nos seguimos leyendo!

    (¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

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  3. Hola Selene!
    Tu historia es interesante y bastante real, no se si en las mismas circustancias, pero yo misma me he encontrado al telefono por horas sin poder entendernos y la verdad es que si, te dan ganas de llorar. Y de las estafas, ni hablar!
    Respecto a la forma, como dice Yoli, los dialogos hay que corregirlos, van con el guion largo y sobras espacios y algunas comas o puntos fuera de lugar... Como lectora, a mi me hubiera gustado saber un poco mas de esa historia que te deja en shok de los padres.
    Un saludo y nos leemos!

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  4. Hola Selene
    Has escrito un relato muy realista sobre esas ofertas telefónicas y por internet que acaban costando un pastizal al incauto de turno. Lo que no he acabado de entender es esa historia tan complicada de los padres. He entendido que son dos personas divorciadas y vueltas a casar, como millones más.
    A mí me ha parecido una historia bien escrita y bien desarrollada.
    Saludos,
    M.L.Plaza

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  5. Hola Selene!

    Reflejas realismo de una llamada telefónica a una compañía de viajes que no lleva a ningún lugar. Tu historia me ha gustado y has conseguido que sonriera en algún momento.
    Solo decirte que repases la parte formal. Los guiones no han de tener un espacio (la letra ha de ir pegado a ellos) y si son largos mucho mejor. También repasa otra vez el texto. Hay algunos errores ortográficos y de puntuación.
    ¡Hasta la vista!

    Helena Sauras

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  6. Vaya, un poco más y agarro yo a la vendedora de humo y cometo el asesinato que olvidé en mi relato. Entretenido...y real. salu2

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