Cuando Larry encontró a Joe o cómo reavivar el deseo - Ratopin Johnson

REGRESAR A LA RECOPILACIÓN.

Ratopin Johnson


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***

Todo había empezado antes de salir. Primero, el maletero hasta arriba, lleno de bultos inútiles, imprescindibles según Kate, su esposa, que apenas le dejarían ver la carretera mientras conducía. Segundo: ella pretendía dejar los palos de golf en tierra. Él: que los palos iban a viajar, así tendría algo de lo que presumir con su cuñado. Quería demostrarle que había mejorado bastante su juego. Encima él se los había regalado. Por tanto, no sabía cómo, pero la bolsa con los palos de golf entró también en el maletero.

Además, Jenny, su hija, en el asiento trasero. Como buena adolescente estaba la mitad del tiempo quejándose, y la otra mitad ajena el mundo, escuchando música con los auriculares puestos y/o chateando con el móvil.

Trascurridos unos doscientos kilómetros, a Larry le estallaba la cabeza, por lo que su mujer cogió el volante. Un rato más tarde, acordaron parar en la siguiente estación de servicio.

Joe debía actuar. Los vio entrar en la cafetería, que a esas horas tenía cierto bullicio. Discutían. Bueno, la esposa parloteaba , el marido resoplaba. Madre e hija se fueron al baño, y el hombre se acodó junto a la barra y pidió un café. Era el momento. Joe se colocó estratégicamente al lado de Larry, y enseguida entablaron conversación.

Larry tenía ganas de charlar. El tipo estaba casado y sabía lo que era tener una mujer dominante en casa. Era como si dos miembros de una misma hermandad se hubieran encontrado en un momento difícil: la hermandad de los maridos. ¿Por qué se había casado? ¿Qué le había gustado de Kate? ¿Dónde estaba esa chica delgada que había conocido hacía ya veinte años?

Larry calló por un instante. Echó un vistazo alrededor y dijo:

—Y tu mujer… ¿no está por aquí?
—No —contestó el desconocido—. Viajo solo. Mira aquí.

Larry miró hacia abajo. Joe le enseñó una pistola que enseguida guardó.

—Calma —dijo.

Larry se quedó blanco.

—Te informo que acabo de sacarme un pasaje en tu coche. Viajaremos los cuatro como unos turistas más.

En ese momento, Kate y Jenny pasaron por detrás.

— ¿Haciendo amigos? —dijo Kate malhumorada —. Vaya cara tienes.
—Cariño, es que no soy de hierro. No soy de hierro. – dijo él.

Ella le miró con extrañeza.

—En cinco minutos salgo. Cinco.

Madre e hija salieron del local. Joe dio un sorbo a su café y continuó.

—Viéndote, diría que eres incapaz de intentar nada. No te puedes hacer idea para la gente que trabajo. En nada, sabría donde vives. Si intentarais algo, si milagrosamente os saliese bien, iría y quemaría tu puta casa con todos vosotros dentro. Solo necesito que me llevéis a donde os indicaré después. Todo irá bien. Di sí o asiente al menos si has comprendido.

Larry asintió. Recordó algo que había visto en las noticias hacía un par de días. Unos asesinatos en un rancho, aunque aquello había ocurrido un poco lejos de allí. Se decía que parecía un asunto entre mafias.

—Vamos —dijo Joe—. Yo iré atrás con tu hija. Vosotros delante evidentemente. Un encanto tu mujer.

Larry pensó que Kate tenía las llaves del coche y deseó, algo poco probable, que le hubiera entendido.

Su esposa estaba detrás del vehículo cigarrillo en mano y Jenny en el lateral del conductor con los auriculares puestos. Los dos hombres se acercaron por el otro lateral.

— ¿Vamos a llevar a tu nuevo amigo? —protestó Kate.
—Escucha —dijo Joe —. Y tú, acércate aquí —dijo dirigiéndose a Jenny.
—. ¿Nos van a robar? —dijo la hija.
—Tiene un arma. Acercaos por favor… —musitó Larry.
— Dios mío —dijo Kate.
—Venid aquí las dos —ordenó Joe —. No pasará nada.

Mientras vigilaba la posición de Jenny, se despistó por un segundo. No lo vio venir. Recibió un golpe descomunal en la cara. Larry creyó ver sangre con un trozo de carne volando. Joe quedó postrado con las rodillas en tierra chorreando sangre.

Con la pistola en la mano, quiso decir «zorra» pero no pudo. Kate le volvió a golpear con fuerza en la nuca derribándolo por completo. Miró a su marido temblando con el palo de golf en la mano. Jenny observaba aterrada.

— ¿Hierro cinco dijiste? —preguntó Kate.
—Sí, aunque te va mejor un palo más corto.
— ¿Nos iba a robar, verdad? Estabas tan pálido...
—No, no era un ladrón —acertó a decir él todavía asustado.

Le había entendido. Con muy poco, y le había entendido. Mirándola, sonrió y la deseó como no lo había hecho en años.

***

14 comentarios:

  1. Olvidé incluir la R del retop opcional, qué cabeza la mía!

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  2. Hola Ratopin
    Me ha impresionado muy bien tu cuento. El comportamiento familiar en el viaje, la caracterización de los personajes, la distribución de los diálogos.
    La aparición del cuarto pasajero, sorpresiva, aunque pienso que sería más abrupta de no incluir:
    Era el momento. Joe se colocó estratégicamente al lado de…
    Y el desenlace, como buen matrimonio de años realmente se entendían.
    Felicitaciones
    Saludos
    MT Andrade

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    1. Muchas gracias Marcos. EL final no estaba seguro de si se iba a entender. Pensé algún otro final, pero no se, preferí seguir adelante con el que se me había ocurrido, a pesar de, como digo, estaba el riesgo grande de que no se entendiera del todo.

      Saludos

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  3. Hola Ratopin, disfruté mucho tu relato. Me encantó el final donde Larry recuerda porque se enamoró de Kate y la ingeniosa manera de incluir el palo de golf que si no fuera por la insistencia de Larry estarían en casa. Saludos.

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  4. Hola Ratopín:
    He disfrutado con este relato tan bien trabado y con una narración muy cuidada. Me ha parecido muy ingeniosa la forma de trasmitir el mensaje a la esposa, cómo desde el principio aparecen los palos de golf que hubo de insistir para llevarlos. Aunque el mensaje correcto era que usara la madera, ja, ja, ja. La escenificación del coche a la salida del bar está muy lograda. Tiene un toque de humor que siempre gusta y la reconciliación final del matrimonio es la guinda de un estupendo relato.
    Quizás el título, aun admitiendo que es genial, puede inducir a equívocos porque induce a pensar en una relación entre Larry y Joe cuando, en realidad, son dos títulos en uno. Alguna puntualización precisamente de puntuación:
    En la primera línea hay un primero seguido de coma. Yo sustituiría la coma por dos puntos para concordar con el siguiente “Segundo:”
    “…y la otra mitad ajena el mundo…” poner una “a” después de ajena.
    “…entrar en la cafetería, que a esas horas…” Sobra la coma.
    “…parloteaba ,…” unir la coma a la palabra.
    “…Madre e hija se fueron al baño, y el hombre se acodó junto a la barra y pidió un café.” Las comas antes de la ye no están prohibidas, pero, para mi gusto, quitaría una u otra de las que hay después de baño, sobre todo porque en la misma frase hay otra ye.
    “…estratégicamente al lado de Larry, y enseguida…” Lo mismo que en la anterior.
    “…No soy de hierro. – dijo él.” Arreglar el guión.
    “—Viéndote, diría” Sobra la coma.
    Ha sido un placer. Saludos.

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  5. De primera,Ratopin,
    Excelente ritmo, escelente descripción de la situación, mejor final. Me ha encantado.

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  6. Buenas, Ratopin.

    Me ha encantado tu relato. Ha sido muy bueno cómo has usado esos palos de golf del principio, que parecía que estaban ahí sin propósito alguno, para luego darles tanto protagonismo. Y la manera en la que Larry ve a su mujer al inicio del relato, y lo que piensa al final de ella, también me ha gustado mucho.

    Concuerdo con Isan en las correcciones y en lo confuso del título, yo también había pensado que habría una relación entre ellos.

    Buen trabajo.

    Nos leemos.
    Un saludo.

    IreneR

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  7. Hola Ratopin.
    La verdad es que la esposa se merece un respeto. No solo entiende el mensaje a la primera (yo he tenido que releerlo), sino que le toca hacer la heroicidad a ella, porque el marido estaba acojonado y no iba a ningún lado.
    El relato está bien escrito aunque creo que faltan comas. He visto que pones la palabra nada dos veces muy cerca. La primera la sustituiría por algo o cosa alguna.
    Un texto original que se lee estupendamente.
    Saludos,
    M.L.Plaza

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  8. Hola Ratopin!
    Me queda nada mas que felicitarte por tu relato, me pareció excelente! Ingenioso, original, fluido y con un buen humor.
    Saludos!!

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  9. Me ha encantado tu historia. Buen final. En la gramática no entro. salu2

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  10. Hola Ratopin Johnson
    Está bien escrito, el relato es ágil y bien hilvanando. La estructura es coherente y con un lenguaje simple. Los diálogos son concisos y creíbles, lo que dice Kate sobre su esposo y su rostro, nos deja ver el nerviosismo que este expresa. Me parece que el final es bastante anunciado y por ello previsible. Los palos de golf, el que ella tuviera las llaves del vehículo, que el se tomara cinco minutos mientras terminaba el café, hacen prever el final. Se pregunta uno, si un malandro te da cinco minutos para que puedas reaccionar?
    Cuando Larry encontró a Joe o cómo reavivar el deseo Por qué anunciar todo lo que va a suceder desde el título?
    y la otra mitad ajena el mundo AJENA AL MUNDO
    escuchando música con los auriculares puestos. SI VA ESCUCHANDO MÚSICA, LOS AURICULARES DEBEN IR PUESTOS, POR LO TANTO ES UNA OBIEDAD
    Primero, el maletero hasta arriba, lleno de bultos inútiles, imprescindibles según Kate, su esposa, que apenas le dejarían ver la carretera mientras conducía. Segundo: ella pretendía dejar los palos de golf en tierra. Él: que los palos iban a viajar, así tendría algo de lo que presumir con su cuñado. Es solo una sugerencia. En vez de primero y segundo sobre lo que lleva en el maletero, te propongo hacerlo como un diálogo entre marido y mujer. Creo le daría más agilidad a esa parte del relato.
    Todo había empezado antes de salir. Primero, el maletero hasta arriba, lleno de bultos inútiles, imprescindibles según Kate, su esposa, que apenas le dejarían ver la carretera mientras conducía. Segundo: ella pretendía dejar los palos de golf en tierra. Él: que los palos iban a viajar, así tendría algo de lo que presumir con su cuñado. Quería demostrarle que había mejorado bastante su juego.
    —dijo Kate malhumorada — El guion debe ir junto a malhumorada, sin espacio —dijo Kate malhumorada—
    ¿Por qué se había casado? ¿Qué le había gustado de Kate? ¿Dónde estaba esa chica delgada que había conocido hacía ya veinte años?
    – dijo él — El guion debe ir junto a malhumorada, sin espacio – dijo él—
    Los guiones deben ir espaciados, cuatro o cinco, desde la margen y el párrafo siguiente debe comenzar también con cuatro o cinco espacios desde la margen. Como ya se lo comenté a otro participante de este reto y me dice que lo ha visto sin esos espacios, te remito a Hemingway, sus cuentos.
    Su esposa estaba detrás del vehículo cigarrillo en mano y Jenny en el lateral del conductor con los auriculares puestos. Los dos hombres se acercaron por el otro lateral. Para evitar repetir lateral, podrías utilizar: por el lado derecho del coche.
    —. ¿Nos van a robar? Sobra el punto después del guion inicial
    creyó ver sangre con un trozo de carne volando. Joe quedó postrado con las rodillas en tierra chorreando sangre. Para no repetir sangre, te propongo lamentándose del dolor y con el arma apuntando al piso.
    Espero que estas anotaciones te sirvan en tu trabajo. Hay que seguir adelante.

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  11. Hola Ratopin Johnson, creo que es la primera vez que te leo. Somos tanto que casi paso de largo con tu historia, y sería una pena habérmela perdido.
    Sobre los aspector formales, ortografía y desmás despistes, ya te lo han indicado los compañeros.
    Un retrato familiar de un viaje por carretera en familia. Todo un clásico. Tiene un tono de humorada sin llevarla a las máximas consecuencias, una ironía medida que me gusta mucho.
    Casi se deja los palos, ese oscuro objeto de su deseo (del narrador de tu relato)
    Todos cumplen un personaje típico en la familia:
    -La adolescente en lo suyo (chateando), del que yo omitiría el guion o rayita vertical del y/o
    - La esposa mandona y parlanchina con unos cuántos k. de más, seguro.
    - El marido resopla, seguro calvo y barrigón, lo que toca.
    Pero mira… si a él le gusta su héroa (no existe la palabreja, lo sé), y a ella su güevón (tampo existe), pues la vida tiene extraños caminos para que triunfe el amor.
    Te felicito por este ratito de buen humor tan bien llevado, Ratopin.

    Por si no me encuentras, algunos compañeros han tenido dificultades para hacerlo, soy Isabel nº 22. Un cordial saludo compañero.

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  12. Hola Ratopin, hace bastante que no te leía y ahora que he vuelto me he pasado por tu relato para corroborar lo entretenido de tus historias. Has descrito muy bien las escenas, pudiendo yo visualizar lo acontecido de una manera palpable.
    Buen trabajo.
    Hasta pronto.

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  13. Hola Ratopin, los compañeros te han corregido por lo de mas buen relato ,un saludo.

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